Estos son los 5 alimentos que nunca deberías guardar en el refrigerador: experta revela los errores más comunes

La costumbre de refrigerar todos los alimentos para alargar su vida útil puede resultar contraproducente en muchos casos. Según Amparo Gamero, experta en tecnología de los alimentos y profesora del máster de Alimentación Saludable y Sostenible de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), existen productos de consumo diario que pierden sus propiedades cuando se almacenan en el refrigerador.

"No siempre es la opción más recomendable para mantener sus propiedades", advierte la especialista en declaraciones recogidas por el sitio web de la UOC. A continuación, los cinco alimentos que deberías sacar de tu nevera de inmediato.

1. Pan: la humedad es tu enemiga: Contrario a la creencia popular, refrigerar el pan no prolonga su frescura. De hecho, puede empeorar su calidad. "Meter, por ejemplo, pan de molde en el refrigerador puede resultar contraproducente, porque aumenta la humedad y así el riesgo de que enmohezca", explica Gamero.

La recomendación es clara: mantén el pan a temperatura ambiente, envuelto en una bolsa de papel o un paño de cocina limpio. Si quieres conservarlo por más tiempo, la mejor opción es congelarlo.

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2. Chocolate: adiós a la textura cremosa: El frío altera la composición del chocolate, específicamente la emulsión de grasas que le da su característica suavidad. Los cambios bruscos de temperatura modifican su textura, dejándolo con un aspecto blanquecino y una consistencia granulada y terrosa al paladar.

La especialista de la UOC sugiere guardar el chocolate en un lugar fresco, entre 15 y 20 grados, alejado de la luz directa y preferentemente en su envase original o en un recipiente hermético.

3. Ajos: de sabrosos a amargos: Refrigerar los ajos puede provocar que germinen rápidamente, desarrollando un sabor amargo más intenso. "La despensa suele ser un buen lugar para guardarlos, a una temperatura aproximada de 15 grados", indica Gamero en la publicación de la UOC.

Un dato importante: mantenlos alejados de las patatas, ya que tanto los ajos como las cebollas emiten gases que aceleran la germinación de otros tubérculos. Para conservarlos largo tiempo, puedes sumergir los dientes pelados en aceite de oliva dentro de un frasco hermético, o congelarlos.

4. Plátanos: cuando el frío los arruina: Los plátanos son especialmente sensibles a las bajas temperaturas. Refrigerarlos cuando aún están verdes interrumpe su maduración natural, dejándolos duros y sin sabor. Además, su piel adquiere un tono marrón poco apetecible, aunque la pulpa permanezca comestible.

"Para consumirlos con el grado de madurez deseado, lo mejor es dejarlos en un ambiente fresco, pero no frío", señala la experta citada por la UOC. Y agrega un consejo adicional: evita colocarlos cerca de las manzanas en el frutero, ya que estas liberan etileno, un gas que acelera demasiado la maduración.

5. Café: pierde su esencia: Tanto el café en grano como molido absorben la humedad del refrigerador, perdiendo su característico aroma y sabor. La solución es simple: guárdalo en un recipiente hermético, en un lugar fresco y seco de tu despensa.

La experta también recomienda mantener separados los alimentos crudos de los cocinados para evitar contaminación cruzada, y realizar una limpieza profunda del refrigerador al menos una vez al mes.

Información basada en contenido publicado por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) en su sitio web oficial.