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El conflicto que desató la gran inundación en Quilicura: Paralización de viviendas sociales y acusaciones cruzadas

La situación era crítica. Mientras las casas del sector Lo Cruzat en Quilicura se inundaban, algunos vecinos se refugiaban en los segundos pisos de sus hogares y otros intentaban salvar sus negocios. Aquel miércoles la lluvia no daba tregua. La anegación llegó a tal punto que 19 viviendas se vieron afectadas y siete tuvieron un daño mayor.

Una de las primeras en llegar a la emergencia, ese 22 de mayo, fue la alcaldesa de Quilicura, Paulina Bobadilla (Ind.-FA). Uno de sus diagnósticos sobre el problema fue el siguiente: “Hay una inmobiliaria acá que, lamentablemente, venden y prometen una vida soñada y, lamentablemente, construyen en zonas inundables”, dijo a las 15.10 de la tarde, mientras canales de televisión transmitían en vivo.

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Sus palabras fueron secundadas por el gobernador de la Región Metropolitana (RM) Claudio Orrego, quien también llegó a la zona afectada. “La presencia de la inmobiliaria al final (de la calle) hizo que en esta ocasión una falla estructural de la ciudad, que es la falta de colectores de aguas lluvias, se traduzca en inundación de viviendas. Este es el peor lugar en este momento de la RM”, expresó Orrego.

Las críticas de las autoridades iban directamente contra la Constructora Avellaneda, a cargo de la construcción del Condominio Lo Cruzat. Un proyecto de viviendas sociales -del Plan de Emergencia Habitacional- que está emplazado al final de la Avenida Lo Cruzat, justo en la intersección con la calle Montecarlo.

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En concreto, lo que se decía en ese momento era que el colector que permite la evacuación de las aguas lluvias de ese sector, y que está en la calle -antes de la entrada del proyecto-, estaba obstruido.

La compañía emitió una declaración desmintiendo las acusaciones que la apuntaban como la responsable y afirmó que días antes de las precipitaciones realizaron “trabajos preventivos de limpieza” en aquel colector, lo que quedó constatado en registros que le envió la empresa al municipio.

El conflicto, sin embargo, escaló y la alcaldesa Bobadilla tomó una decisión más drástica: el viernes, a primera hora, firmó un oficio que ordenaba la paralización de las obras, argumentando que el proyecto había causado daño a terceros. Acto seguido, un funcionario municipal notificó a la constructora, lo que fue difundido en las redes sociales de la alcaldesa y del municipio.

Desde ese momento se han concretado varias reuniones entre la constructora, el Serviu Metropolitano, el Gore de la RM y la Municipalidad de Quilicura, pero aún no se ha llegado a buen puerto.

La jefa comunal anunció ayuda económica para las familias afectadas e insiste en que la constructora tiene responsabilidad, mientras que Avellaneda lo descarta. En paralelo, los vecinos que postularon a las viviendas sociales del Condominio Lo Cruzat temen porque no les entreguen pronto sus casas, que ya están completamente vendidas.

La obstrucción

El 27 de diciembre de 2019 el proyecto Loteo Lo Cruzat recibió su Resolución de Calificación Ambiental (RCA), la que declara que la iniciativa -de 2.599 viviendas y que se ejecutarán en cinco etapas- cumple con la normativa ambiental.

Una de las primeras etapas es, justamente, el Condominio de viviendas sociales Lo Cruzat, que recibió la aprobación de la Dirección de Obras Municipales (DOM) de Quilicura el 26 de noviembre de 2021, mediante la resolución N°145.

En el marco del proceso de fiscalización de la construcción, el 20 de mayo un funcionario del Departamento de Medio Ambiente de la Municipalidad de Quilicura le envió un correo a las 10.06, con el asunto “Acumulación de Agua”, a un representante de la constructora Avellaneda.

En el escrito, al que tuvo acceso Mega Investiga, el trabajador solicitaba un número de contacto para evaluar la “situación referente a la acumulación de agua en calle Lo Cruzat / Montecarlo”.

La respuesta de parte de la constructora llegó a las 14.47: “La semana pasada (17 de mayo) previniendo que tendríamos lluvias esta semana, se limpió el sector de la rejilla de calle Lo Cruzat según registro adjunto. Los sistemas de evacuación de aguas lluvias de la proyección de la calle Lo Cruzat se encuentran funcionando y limpios”.

Enviamos registro de que la limpieza funcionó, pero con las hojas y materiales que trae Lo Cruzat de sur a norte a la calzada oriente, la rejilla del sumidero se tapa y la calle trae exceso de agua”, agrega el correo.

Aquel sumidero al que hace referencia la constructora Avellaneda es el mismo colector que se habría obstruido el día de la inundación. Según la empresa, la anegación se habría generado porque dicho canal recibió todas “las aguas del sector de Lo Cruzat”, lo que provocó una saturación.

Y si bien aseguran que el “origen del mal funcionamiento de dicho colector aún está siendo evaluado”, descartan tener responsabilidad: “El colector no forma parte de nuestro proyecto. Físicamente se encuentra fuera de nuestro terreno y fue ejecutado y recibido hace más de 15 años por terceros”.

El Serviu también declaró a Mega Investiga que el foco de la anegación aún es materia de investigación. Sin embargo, puntualizó que existen hipótesis que apuntan al “hallazgo de material en los grupos de colectores, lo que podría haber impedido el normal curso de las aguas”. Y si bien no especifican qué tipo de material, la alcaldesa Bobadilla asegura que se trata de “sedimentos de construcción” provenientes del proyecto de Avellaneda.

En esa línea, la jefa comunal también explica que la mantención del colector le corresponde al Serviu. Ese organismo, en tanto, declaró a Mega Investiga que aquel canal es un “colector secundario ejecutado por una inmobiliaria el 2006”, que en su momento fue recepcionado por el Serviu.

Los colectores secundarios son mantenidos por Serviu y los municipios. (...) El plan de mantención de colectores secundarios es anual y se hace cargo de la limpieza y de la mantención. Comenzamos en marzo de cada año especialmente en los puntos críticos”, respondieron desde el servicio de vivienda y agregaron que antes de la emergencia Lo Cruzat no era considerado como punto crítico, pero que “ya está en esta categoría”.

Los cuestionamientos al sistema de agua

El Condominio Lo Cruzat, según la constructora Avellaneda, tiene un 98% de avance y faltarían ciertos ítems como la conexión eléctrica para solicitar el permiso de recepción final al municipio. Sin embargo, con la decisión de paralizar las obras eso se complica.

Para levantar la restricción, la alcaldesa Bobadilla le exigió a Avellaneda que presente su propia solución para la evacuación de aguas lluvias, pues -según la autoridad- la constructora se conectó a los colectores que están desde hace 20 años en ese sector, y eso hizo colapsar al sistema.

La constructora, sin embargo, insiste en que su sistema de drenaje es independiente. Según un plano del proyecto, al que accedió Mega Investiga, el sumidero que evacúa el agua lluvia del Condominio Lo Cruzat estaría al interior del terreno y conectado al Canal El Toro, mientras que el que se encarga de drenar la acumulación de precipitaciones del sector fuera del proyecto va en otra dirección, específicamente hacia la Avenida O’Higgins (ver imagen).

“Este sistema de aguas lluvias externo es totalmente independiente al sistema de recolección de nuestro proyecto, no conectándose en ningún punto”, comentaron desde la constructora.

Según la alcaldesa, aquella afirmación es falsa. Mega Investiga solicitó los planos del proyecto a la Municipalidad de Quilicura, pero descartaron su entrega argumentando que eran privados.

Otro de los cuestionamientos que planteó la alcaldesa fue que en años anteriores, ante otras anegaciones en Lo Cruzat, la Municipalidad de Quilicura evacuaba el agua al sector “donde hoy se están construyendo las casas, porque era un área verde”.

Desde Avellaneda reconocen que en 2020, cuando también ocurrió una inundación en el sector y el nivel de obras en el terreno de propiedad de la empresa era menor, accedieron “a solicitud de la Municipalidad, a evacuar las aguas lluvias hacia nuestro terreno”.

Sin embargo, cercanos a la constructora, aseguraron que esa medida adoptada por el municipio se trata de una mitigación momentánea y que sólo corresponde a un drenaje improvisado.

La ofensiva legal

La decisión de paralizar las obras, según comentó la alcaldesa a Mega Investiga, se mantendrá. Desde la constructora Avellaneda calificaron la medida como un “acto muy grave y totalmente injustificado”, que se traduce en un “sobre costo financiero”.

Agregaron que implica “retrasar la recepción” del proyecto que “es parte del plan de emergencia habitacional, lo que redunda en que 187 familias que llevan años esperando una vivienda verán postergada su entrega”.

Por lo mismo, insisten en que solicitarán el levantamiento de la paralización y anunciaron que la constructora “ejercerá las acciones administrativas y legales correspondientes".

La alcaldesa Bobadilla, por su parte, declaró que como Municipalidad de Quilicura apoyarán a los vecinos que quieran interponer una demanda colectiva por las afectaciones y descartó cualquier tipo de responsabilidad.