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Mafia china operando en Chile: La historia de cómo cayó la peligrosa banda ligada al narcotráfico

¿Qué pasó?

Tras una extensa investigación liderada por la Policía de Investigaciones, una banda delictual proveniente de China, cuya especialización era el cultivo de marihuana, fue desbaratada. 

Con origen en la provincia china de Fujian, parte de la organización criminal había arribado a Chile para potenciar el negocio narco que contaba con financistas, también de nacionalidad china, en el país. En esa línea, su modo de operar podría estar basado en la mafia denominada “Bang de Fujian”, que opera en el gigante asiático.

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Incluso, según consigna el diario La Tercera, uno de esos patrocinadores de la banda, identificado como Caixin Yu, había colaborado económicamente para ir en ayuda de los damnificados por los devastadores incendios ocurridos en la zona centro sur durante este verano.

Orígenes de la indagatoria

Lo cierto es que la detección del primer atisbo de esta organización criminal apareció en 2020. En medio de una escucha telefónica a un narcotraficante de la comuna de La Pintana, Gabriel Silva Ganga, un ciudadano chino, Wenmin Xiao, apareció en esa conversación.

En ese diálogo, Silva Ganga coordinaba la entrega de un paquete de droga, la que finalmente se dio en una parcela en la comuna de San Antonio. Los efectivos de la PDI desplegaron un operativo en ese sector, constatando que la transa correspondió a un kilo de marihuana. 

A pesar de ser una cantidad menor, el fiscal Yans Escobar ordenó una entrada y registro en la parcela anteriormente mencionada. Ese mismo día, se hizo ese procedemiento mandatado por el persecutor.

Al ingresar, los policías encontraron al interior del domicilio a otros dos ciudadanos chinos que se encontraban resguardando una plantación de 1.466 plantas de cannabis y 244 kilos de marihuana procesada. Todo esto sometido a un sistema indoor con luces led especiales, riego automático y estufas.

Para zafar, luego de ser descubiertos Jianliang Sun y Gao Wen, acusaron que Xiao los mantenía en situación de esclavitud, lo que finalmente fue descartado. En esa línea, los dos primeros con el pasar de las horas confesaron que venían de Fujian y que habían entrado a territorio chileno de manera irregular.

"Una de las formas de operar (de esta organización) es que traen de manera ilegal a ciudadanos chinos con conocimientos en cultivos. Se les denomina los granjeros o cosecha”, precisa el fiscal Escobar en declaraciones reproducidas por La Tercera.

Tras rastrear a Sun y Wen, desde la PDI se percataron de un nuevo ciudadano chino, quien fue el encargado de guiar a estos hacia la parcela en San Antonio: Ling Cheng. Fue este nombre el que permitió al Ministerio Público y a la PDI darse cuenta que estaban ante una importante organización criminal.

Cooperación internacional

Una vez en ese punto, se mandataron nuevas escuchas telefónicas para obtener nuevas pistas al respecto. Pero se presentaba otro problema: Ling Cheng se comunicaba con sus interlocutores en chino. 

“Se aprovechaban de la dificultad que no solo genera el idioma chino mandarín, sino el dialecto propio de la zona de Fujian, que es más difícil de traducir”, acota el fiscal Yans Escobar. 

Por ese inconveniente, se tomó contacto con Interpol España, quienes a través de una empresa de traducción europea, prestaron colaboración. Con los respectivos reportes en su poder, la PDI pudo mapear de mejor manera a la banda.

Fue así cómo se enteraron, por ejemplo, que tras el allanamiento en San Antonio, el líder de la banda en el país, arrancó hacia el extranjero.

Karaoke, drogas y prostitución

De la misma manera, se llegó a un domicilio ubicado en las intersecciones de Artesanos con Recoleta, que asomaba como un centro de poder, donde traficantes chinos y otros empresarios de esa nacionalidad asistían previo pago de un millón de pesos. A cambio, podían consumir drogas, tenían acceso a prostitución y karaoke. 

De ahí en más, se realizaron distintos operativos, los cuales obtuvieron satisfactorios resultados para la investigación, pudiendo detener personas de otras nacionalidades e incluso chilenos por colaborar de alguna manera con la banda criminal.

A pesar de que no se ha podido confirmar, habría presencia de otras bandas en otros países, que podrían tener nexos con la que fue desbaratada en el país. En Barcelona y Buenos Aires se detectaron maneras de operar parecidas a las registradas en Chile. 

A fines de 2022 y tras el retorno de un ciudadano chino al país que había quedado registrado en la carpeta investigativa, se lograron realizar nuevas escuchas telefónicas y levantar secretos bancarios. Esas diligencias permitieron establecer que los involucrados buscaban resurgir tras ser desbaratados.

En esos intentos por volver, la PDI pudo consignar que Caixin Yu, el mismo empresario que había prestado ayuda para los damnificados por los incendios, puso más de diez millones de pesos para la instalación de un nuevo galpón para el cultivo de marihuana. 

Esto finalmente se concretó. Si bien en un comienzo, la idea era emplazarse en la comuna de La Pintana, finalmente se instaló en Colina y fue igualmente allanada.

Esta extensa investigación, que contó con 26 operativos, trajo como resultado la detención de 21 ciudadanos chinos, el decomiso de 7 mil plantas, 470 kilos de cannabis procesada, armas y más de 500 millones de pesos en efectivo.

Este artículo informa de un proceso judicial en curso, por lo que los involucrados no deben ser considerados culpables hasta que los organismos pertinentes lo determinen.

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