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Este aviso se cerrará en segundos

220 empleados despedidos: Whirlpool cierra su planta y abandona la producción en Argentina

La multinacional estadounidense Whirlpool anunció este miércoles 26 de noviembre el cierre definitivo de su planta de lavadoras ubicada en el Parque Industrial de Fátima, en la localidad de Pilar, Buenos Aires, marcando el fin de su producción industrial en Argentina.

La decisión impacta a aproximadamente 220 trabajadores, incluyendo operarios, técnicos, personal de ingeniería, calidad y áreas administrativas.

¿Por qué se cierra la planta?

Según la empresa, el cierre responde a una combinación de factores: la caída del consumo interno, la fuerte competencia de productos importados y la imposibilidad de mantener un modelo productivo competitivo.

Whirlpool explicó que esta medida forma parte de una reconfiguración estructural a nivel global, orientada a mejorar la eficiencia operativa y reorganizar su cadena de suministro.

A partir de ahora, la firma se enfocará exclusivamente en actividades comerciales —venta, distribución y servicio— y en la importación de sus productos para abastecer al mercado local.

Del boom exportador al repliegue

La planta de Pilar había sido inaugurada en 2022 con una inversión cercana a los US$ 50 millones, en una nave de 30.000 metros cuadrados, descrita en su momento como “la más moderna del mundo” para su rubro, informa La Nación.

En sus planes originales, Whirlpool aspiraba a fabricar hasta 300.000 lavadoras al año, de los cuales un 70 % estaba destinado a la exportación. Incluso había adquirido un terreno adicional con miras a expandir la planta.

Sin embargo, los resultados quedaron muy por debajo de lo esperado: la producción se redujo, las exportaciones no alcanzaron los niveles proyectados y el contexto económico actual tornó insostenible la continuidad de su fabricación en Argentina.

Hace apenas un año, la empresa ya había aplicado recortes: eliminó un turno de producción y redujo cerca de 60 puestos de trabajo.

Qué significa para los trabajadores y el mercado

Los 220 empleados afectados ya fueron notificados, y la empresa negocia con el sindicato correspondiente —Unión Obrera Metalúrgica (UOM)— un paquete de indemnización y compensaciones adicionales.

A pesar del cierre de la fábrica, Whirlpool aseguró que su presencia comercial en Argentina “no está en revisión”: mantendrá su red de ventas, distribución y servicio.

Para los consumidores argentinos, la medida implica que en adelante los electrodomésticos de Whirlpool serán importados, sin producción local. Esto podría impactar en los precios, disponibilidad de repuestos o plazos de entrega.

Contexto: una tendencia que cobró fuerza en 2025

El cierre de la planta de Whirlpool se enmarca en una oleada de “reconfiguraciones fabriles” en el país. Según la propia empresa, el movimiento forma parte de un ajuste más amplio del sector industrial, frente a un contexto económico nacional que dificulta la competitividad local.

Empresas de distintos rubros han adoptado medidas similares: reducir turnos, recortar personal o directamente cerrar operaciones productivas, en favor de modelos basados en importación y distribución.