Nieta de Kennedy revela que tiene cáncer terminal con extraña mutación: "Podría mantenerme viva un año"
El asesinato en 1963 del entonces Presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy —baleado durante una gira en Texas—, fue el clímax de una serie de tragedias que afectó a su familia, las que continúan hasta el día de hoy.
Una de sus nietas, Tatiana Schlossberg, reveló que a sus 35 años padece un cáncer terminal, diagnóstico que quebró un momento de especial emoción, pues hace poco más de un año dio a luz a su segunda hija. Lo triste es que las estimaciones médicas proyectan que le restan pocos meses de vida.
Su anuncio fue en el marco de la 62° conmemoración del crimen de JFK, a través de un ensayo publicado en The New Yorker. Además de relatar cómo ha sido el proceso, aprovechó de cuestionar las medidas impulsadas por su primo, Robert F. Kennedy Jr., actual secretario de Salud en la administración de Donald Trump.
Ir a la siguiente nota"Podría mantenerme viva un año, tal vez"
En un emotivo escrito, la periodista ambiental cuenta que la historia de su cáncer se remonta al 25 de mayo de 2024, la fecha de nacimiento de su hija. Horas después de aquel hito, su doctora notó que su examen de sangre lucía extraño.
La profesional identificó dos probabilidades: podía ser algo relacionado con el embarazo y el parto, o bien, podía tratarse de leucemia. "No es leucemia, ¿de qué estás hablando?", fue la reacción de Tatiana. Luego de contactar a otros médicos generales, el segundo escenario tomó fuerza.
"El diagnóstico fue leucemia mieloide aguda, con una mutación rara llamada Inversión 3. Se veía principalmente en pacientes mayores (...) No soy anciana, acababa de cumplir treinta y cuatro de edad", señaló.
Después de someterse a un trasplante de células madre y sesiones de quimioterapia, su situación mejoró relativamente, pero la leucemia se iba y volvía con fuerza, afectando a otros órganos. Si bien sus médicos se sorprendieron por los resultados de los exámenes, ese breve optimismo se esfumaba con rapidez.
"Tuve que aprender a caminar otra vez y no podía levantar a mis hijos. Durante el último ensayo clínico, mi médico me dijo que podría mantenerme viva un año, tal vez. Mi primer pensamiento fue que mis hijos, cuyos rostros viven permanentemente en la parte interna de mis párpados, no me recordarían", lamentó.
Las críticas a su primo, el secretario de Salud "antivacunas" de Trump
Antes de que el magnate asumiera nuevamente en la Casa Blanca, Robert F. Kennedy Jr. se inscribió como independiente por la presidencia estadounidense. Sus ideas más controversiales estaban relacionadas con su activismo antivacunas. Se retiró poco antes de las elecciones para darle su apoyo a Trump, quien lo retribuyó con la Secretaría de Salud y Servicios Humanos.
Para Tatiana, la designación de su primo fue el inicio de una incertidumbre: "Observé desde mi cama del hospital cómo Bobby, desafiando la lógica y el sentido común, fue confirmado para el cargo, a pesar de nunca haber trabajado en medicina, salud pública o gobierno".
"De repente, el sistema de salud del cual dependía se sintió tenso, inestable (...) Bobby es un conocido escéptico de las vacunas y yo estaba especialmente preocupada de no poder recibirlas de nuevo, lo que me dejaría inmunocomprometida por el resto de mi vida, junto con millones de sobrevivientes de cáncer, niños pequeños y ancianos", agregó en su ensayo.
Los Kennedy, una familia marcada por las tragedias
Una de las conclusiones que saca Schlossberg es que "ahora he añadido una nueva tragedia a la vida de nuestra familia, y no hay nada que pueda hacer para detenerlo". Y efectivamente, los Kennedy han atravesado varias desgracias.
Poco antes de su asesinato en 1963, el otrora mandatario sufrió la muerte de su bebé, Patrick Bouvier Kennedy, quien vivió menos de 48 horas tras ser dado a luz por su esposa Jackie. Décadas después, la salud de la propia exPrimera Dama empeoró tras caerse de su caballo, sumado al diagnóstico del linfoma no hodgkiniano, un cáncer que le costó la vida en 1994.
Transcurrieron solo cinco años para un nuevo infortunio. El segundo hijo de JKF, John Fitzgerald Kennedy Jr., tenía licencia de piloto. En 1999, abordó su avioneta personal junto a su esposa para dirigirse a un matrimonio. Por las malas condiciones del tiempo quedó inubicable en medio del océano Pacífico, encontrándose los restos de ambos el 19 de julio.
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