Fue a pedir el divorcio y se enteró que su marido tenía millonario patrimonio: Esto fue lo que resolvió la justicia

Veinte años tuvieron que pasar para que Yu Hong, una ciudadana china, se enterara de que su esposo le había ocultado por todo ese tiempo un millonario patrimonio.

La verdad empezó a salir a la luz luego de que la mujer solicitara el divorcio a través de una demanda para esos fines. ¿El argumento? Según Yu Hong el amor se había debilitado. Lo que ella no sabía es que esa decisión la llevaría a descubrir que, quien era su marido, tenía a su haber numerosas propiedades, además de una fortuna cifrada en millones de dólares.

El millonario patrimonio

Tras la apertura de una investigación judicial, que se llevó a cabo posterior a la demanda por divorcio, se pudo constatar que Qin Lan, el esposo de Hong, tenía en su poder unas 18 propiedades y más de 14 millones de dólares. Esto según precisa el South China Morning Post.

De acuerdo a lo consignado por el mismo medio, al enterarse de las intenciones de su esposa, Qin Lan declaró ante el tribunal que dentro de sus propósitos no estaba la separación. 

Ante las palabras del hombre, Hong se conmovió y la petición de divorcio la desestimó. De esa manera, ambos continuaron con el matrimonio.

Nueva petición de divorcio

Sin embargo, apenas seis meses después, la mujer volvió a presentar el recurso. Esta vez se dilucidó que Qin Lan había intentado transferir sus bienes a la hija de su expareja, en secreto. 

Al defenderse, este se justificó señalando que todo lo que había conseguido era a partir de su esfuerzo y que su actual esposa “era solo una ama de casa sin trabajo”.

A pesar de los alegatos, la jugada falló por completo de cara a las pretensiones del sujeto. Ante esto, la justicia china resolvió que aquella transferencia de bienes (la que había realizado a la hija de su expareja) no era válida.

A su vez, se dio por disuelto el vínculo y se le otorgó a la mujer parte de los derechos de los bienes, sin tomar en consideración su ocupación y si esta era remunerada o no.