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Arrancaba su pelo y se lo comía por sufrir el "síndrome de Rapunzel": Fue operada de urgencia

En los cuentos de hadas, "Rapunzel" es una princesa que se caracteriza por su blonda y extensa cabellera, la que utiliza para que un príncipe trepe hasta la ventana de una solitaria torre en la que se encuentra encerrada.

Pero en la vida real, lejos de la magia y encanto, existe el "síndrome de Rapunzel" —científicamente denominado tricotilomanía—, lo que pudo costarle la vida a una niña de 11 años en República Checa.

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Según explica Mayo Clinic, este trastorno consiste en sufrir impulsos recurrentes de arrancarse el cabello. En algunos casos, las personas proceden a comérselo, generando una bola de pelo que con el pasar del tiempo puede causar pérdida de peso, obstrucción intestinal e incluso hasta la muerte. 

Más de 200 gramos de cabello

La pequeña llegó hasta el Hospital Silesian de Opava, en el país europeo, donde fue sometida a una operación. Tras el procedimiento, los cirujanos lograron extirparle más de 200 gramos de pelo en una bola que medía 20 centímetros de largo y ocho centímetros de diámetro, la que estaba situada en su estómago.

Los profesionales practicaron una laparoscopia, lo que posibilita ver el interior de un cuerpo mediante la introducción de un pequeño tubo con una cámara por una milimétrica incisión o corte en la piel. Así, pudieron examinar la zona pélvica y el abdomen de la joven paciente.

"La extracción fibroscópica con una cámara insertada a través de la boca hasta el estómago no era posible debido al gran tamaño del tumor (la bola de pelos), por lo que se optó por un procedimiento laparoscópico a través de la pared del estómago", explicaron desde el recinto de salud, según consignó la prensa internacional.

"Si no se la hubiéramos retirado..."

Para el jefe del hospital, Matús Peteja, la tricotilomanía provoca la ocurrencia de episodios de estrés, afectando la capacidad emocional de las personas.

"Si no se la hubiéramos retirado, la niña habría tenido dolores y hubiera ido perdiendo peso progresivamente. En un caso extremo, esto hubiera podido dañar las paredes del estómago y perforarlas", explicó el especialista.

El cirujano agregó que la joven se encuentra bien y que será sometida a un tratamiento psiquiátrico y psicológico.