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Joven vendió sus óvulos para pagar millonaria deuda universitaria: "Lucho con el sueño y los problemas digestivos"

  • Por Diego Alonzo

Kassandra Jones afirmó encontrarse entre la espada y la pared debido a una compleja decisión que tuvo que tomar para poder pagar una millonaria deuda relacionada con sus estudios de Nutrición en Nueva York, Estados Unidos.

La joven, de 28 años, tenía prácticamente un mes para poder pensar en un plan financiero, por lo que siguió el consejo que le habían dado unos amigos: Vender sus óvulos para poder pagar 50 mil dólares (más de 40 millones de pesos chilenos) de deuda que tenía.

Esta situación, incluso, la mantenía despierta por las noches, por lo que terminó por convencerse. Así fue como comenzó con sus primeras rondas de donaciones, aunque aseguró que quedó con ciertas secuelas en su cuerpo, informa New York Post.

El relato de la joven

Fue cuando tenía 23 años que la joven tomó la determinación. En esta línea, señaló que "lo vi como una de las únicas formas de poder tener algún tipo de dinero".

"Hice todo lo que pude, incluso donar mis óvulos, y encontré la capacidad de recuperación para seguir adelante y tratar de lograr, y he logrado, lo que la sociedad siempre me ha dicho que tenía que hacer para tener éxito", recalcó

Sin embargo, no ocultó que preferiría haber gastado el dinero en otro tipo de cosas: "Desearía que no fuera solo por mi matrícula. Desearía que ese dinero fuera para el pago inicial de una casa o para poner en marcha mi propio negocio", manifestó.

 

New York Post

 

Las molestias en su cuerpo

Kassandra contó que la primera vez que donó óvulos se despertó con un "dolor bastante insoportable" y que, además, tenía que asistir a clases dos días después, por lo que debió tomar analgésicos.

"Había mucha presión e hinchazón en la parte inferior de mi abdomen, dolor por calambres que me dificultaba caminar, pararme, sentarme o reír", remarcó la joven estudiante.

Pero las molestias y el dolor siguieron aumentando, por ejemplo, al comer o beber demasiado, lo que le generó deshidratación y sensibilidad en algunas partes de su cuerpo.

 

New York Post

 

"Lucho con el sueño ahora, los problemas digestivos, la pérdida y el aumento de peso, el estado de ánimo... Simplemente, cosas que no eran muy obvias antes de comenzar a hacer esto, ahora siento que se han convertido en un pequeño problema", reveló.

Para finalizar, dejó en claro que "el dinero que estaba ganando con el trabajo y la pasantía de medio tiempo, o simplemente sin encontrar trabajo con una maestría durante ocho meses, apenas alcanzaba para pagar mis cuentas... Entonces supe que se tenía que crear alguna otra forma de pago, que se tenía que hacer, para siquiera tratar de hacer mella en esos préstamos".