Golpe de Estado en Mali: Las razones del alzamiento militar

La mañana de este martes, un grupo no identificado de miembros de las fuerzas armadas malienses detuvieron al presidente del país, Ibrahim Boubacar Keita, y al primer ministro, Boubou Cissé, tras protagonizar un motín en la base militar de Kati, mismo que se convirtió en un inminente golpe de estado.

Según consigna AFP, ambos fueron “llevados por los militares amotinados en vehículos blindados a Kati", donde está el campamento Sundiata Keita, a unos quince kilómetros de Bamako, donde se inició la rebelión”.

"Podemos decirles que el presidente y el Primer ministro están bajo nuestro control. Los detuvimos en su casa", había dicho más temprano a la AFP uno de los jefes de la rebelión. Pero, ¿Cuál fue el motivo que generó este alzamiento militar?

Manifestaciones violentas

Desde hace varios meses Malí enfrenta una grave crisis sociopolítica que preocupaba a la comunidad internacional. De hecho, cientos de manifestantes habían salido a las calles a exigir el fin del gobierno de Ibrahim Boubacar Keita, acusado de mala gestión desde que inició su gobierno en 2013.

Ante este escenario el grupo opositor, rebautizado con el nombre de “Movimiento 5 de Junio” que reúne a múltiples partidos, expresó hace semanas estar cansado por toda la inseguridad y la intervención militar extranjera, sobre todo francesa y de Naciones Unidas, que ha generado abuso de poder, irrespeto a manifestantes y una grave situación social en el país.

Una problemática ha provocado reiteradas manifestaciones sangrientas, que han dejado heridos, fallecidos y graves daños materiales en algunas zonas de la capital.

Antes de este golpe de estado, en el mismo campamento de Kati, un grupo militar se alzó el pasado 21 de marzo de 2012, contra la ineptitud gubernamental para enfrentar una ofensiva mayor de los rebeldes tuareg y la llegada de yihadistas provenientes de países vecinos.

En esa ocasión sacaron al presidente Amadou Toumani Touré.

El golpe de Estado precipitó la caída del norte de Malí en manos de grupos islamistas armados, que ocuparon la región durante nueve meses antes de ser expulsados por una intervención militar internacional lanzada por Francia en enero de 2013 y que aún sigue en curso.