Joven de 29 años recibió eutanasia por problemas siquiátricos sin sufrir enfermedad terminal
El caso de Aurelia Brouwers causó conmoción en Holanda y reabrió el debate sobre la eutanasia, en uno de los pocos países en que la muerte asistida está legalizada.
La joven de 29 años solicitó la eutanasia debido a sus problemas siquiátricos, pero no por sufrir alguna enfermedad terminal. La justicia holandesa accedió a su solicitud y el viernes 26 de enero de 2018, después de las dos de la tarde, Aurelia tomó el veneno que le quitó la vida en presencia de dos médicos.
"Tengo 29 años y he elegido someterme voluntariamente a la eutanasia. Lo he elegido porque tengo muchos problemas de salud mental. Sufro de forma insoportable y no tengo esperanza. Cada aliento que tomo es tortura", expresó la joven en sus últimos días de vida.
Un equipo del canal holandés RTL Nieuws acompañó a la joven en sus últimos días de vida y documentó su camino hacia la muerte. Fueron dos semanas en que Aurelia estuvo en su casa, pintando, dibujando, realizando paseos en bicicleta y despidiéndose de cada uno de sus familares.
"Estoy atrapada en mi propio cuerpo, en mi propia cabeza, y solo quiero ser libre (...)Nunca he sido feliz, no conozco el concepto de felicidad", expresó la joven en una de las entrevistas realizadas.
A los 12 años Aurelia fue diagnosticada con depresión, de la cual nuna pudo recuperarse. Tras ello vinieron otras enfermedades siquiátricas: trastorno de apego, depresión crónica además de sufrir tendencias suicidas, ansiedad, psicosis y "escuchar voces".
Con su decisión tomada, la joven envió una solicitud a la "clínica del fin de la vida" de La Haya, Holanda. Profesionales de este lugar supervisaron la mayoría de las eutanasias realizadas en Holanda durante el 2017, pero solo un 10% correspondió a peticiones por problemas siquiátricos.
Aurelia Brouwers logró convencer de que era totalmente competente para tomar la decisión. Este es el factor que ha generado la controversia en Holanda y el mundo entero.
Las voces críticas a la eutanasia cuestionan el hecho de que una persona con sus facultades mentales perturbadas pueda decidir realmente lo que quiere. Sin embargo, quienes apoyan la medida afirman que quienes buscan la muerte asistida y no la consiguen por la vía legal, de todas maneras buscarán quitarse la vida.
La noche del 25 de enero, Aurelia cenó con sus familiares y se despidió. Al otro día escribió por última vez en sus redes sociales: "Me estoy preparando para mi viaje. Muchas gracias por todo. A partir de ahora ya no estaré disponible", y se entregó a la muerte.
En el documental de RTL Nieuws la joven muestra el frasco con veneno que solo minutos después beberá para cumplir con la eutanasia. En la grabación se despide de los reporteros y sube a su dormitorio para poner fin a su sufrimiento.
