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¿Cada cuánto se deben cambiar las sábanas? Esto dice un experto

Seguramente has escuchado más de una vez que las sábanas deben cambiarse cada dos semanas o incluso una vez al mes, sin embargo, la frecuencia con la que se deben lavar sería mucho menor a la que siempre se ha dicho.

¿Cada cuánto deben lavarse las sábanas?

Luis Domenech, especialista en descanso y fundador de la tienda Dormitorum, aseguró que las sábanas se deben cambiar idealmente una vez por semana para mantener una higiene adecuada de tu cama.

Según detalló el especialista a La Razón, las sábanas están en contacto directo con las personas cerca de ocho horas diarias, por lo que suelen absorber sudor, células muertas, polvo y hasta restos cosméticos o cremas, transformándose en un caldo de cultivo para ácaros, bacterias u hongos.

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Incluso, Domenech aclaró que en algunos casos las sábanas deben lavarse con una mayor frecuencia:

  • Cuando alguien está enfermo: Si una persona resfriada ocupa una cama, las sábanas se deben cambiar cada 2 o 3 días para evitar que virus y bacterias retrasen tu recuperación.
  • En verano o en zonas húmedas o calurosas: El sudor se acumula con rapidez; por lo que lo ideal es lavarlas cada 3 o 4 días.
  • Si duermes con mascotas: El pelo o suciedad de gatos y perros hacen recomendable cambiar las sábanas cada 5-7 días.
  • Personas con alergias o asma: Deben cambiarlas dos veces por semana para reducir al máximo la exposición a ácaros.

¿Cómo lavar las sábanas de forma correcta?

Además de lavarlas una vez por semana, para lavar las sábanas debes tomar ciertos cuidados para asegurar su vida útil. Algunos consejos según Dormitorum son:

  • Sepáralas por colores y materiales para evitar que se destiñan o deterioren.
  • Usa un ciclo de lavado suave si tus sábanas son de algodón delicado o mezcla de fibras.
  • Lávalas con agua caliente (60°C o más) si estás enfermo o necesitas eliminar bacterias y ácaros.
  • Elige agua templada (40–50°C) para sábanas de color o tejidos delicados.
  • Evita el agua fría, salvo que sean de seda o bambú, donde el calor puede dañarlas.
  • Sécalas a temperatura baja o media para evitar que encojan o se deterioren.
  • Guárdalas en un lugar seco y ventilado, y alterna juegos de sábanas para que duren más.

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