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5 síntomas típicos de la rosácea y cómo puedes tratarla

  • Por Monserrat Saavedra

Mucha gente piensa en la rosácea como un simple enrojecimiento de la piel, principalmente del rostro, que no produce mayor preocupación. Sin embargo, la realidad es muy distinta, ya que  es una enfermedad que puede y debe ser tratada por un especialista debido a que sus alcances superan el simple tema estético.

Esta condición dermatológica se produce por una inflamación crónica de la piel, cuyas causas aún son desconocidas y generan debate entre los especialistas y se estima que, cerca de 415 millones de personas en todo el mundo, la tienen.

Es por eso que en el mes de la rosácea se han levantado varias campañas para promover el conocimiento de esta enfermedad crónica, como la del Laboratorio Galderma, con su campaña Encaralarosácea y Rosaceaspace.

"Una de las principales consecuencias de la rosácea es que afecta la vida social, en muchos casos la autoestima y bienestar emocional de quienes la padecen, ya que no se sienten cómodos con su apariencia", plantó el dermatólogo Ricardo Sánchez.

¿Cuáles son los síntomas?

"La rosácea se da más en adultos que en niños, y más en mujeres que en hombres. Y, de manera general, se dan más casos en personas que tienen lo que conocemos en medicina como fototipos bajos, es decir, personas que se acercan más a la piel clara", aclaró el especialista.

Algunos de los síntomas con los que se puede identificar son:

  • Enrojecimiento
  • Eritema persistente
  • Lesiones inflamatorias
  • Escozor, ardor y aumento de la sensibilidad de la piel.
  • Coloración roja en los ojos o sequedad con picazón

¿Qué puedo hacer para tratarla?

Según el doctor Sánchez, existen varios tratamientos que pueden resultar exitosos si se siguen de forma metódica y disciplinada.

"Los tratamientos incluyen medicamentos como la ivermectina, que funciona como un antiparasitario (antidemodex) y anti-inflamatorio, cremas hidratantes apropiadas para la piel, protectores solares y también elementos que tienen funciones antioxidantes, como la vitamina C. También se pueden usar como complemento técnicas que incluyen láser o terapias de luz", explicó el dermatólogo.

El problema de no tratar este tipo de enfermedad crónica, es que resulte en algún tipo de enrojecimiento permanente, con mayor inflamación. Un ejemplo es la rosácea papulopustulosa, con la que aparecen pápulas en el rostro. 

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