¿En crema, en spray o en polvo? Conoce cuál limpiador debes usar en cada superficie
Cuando llegas al pasillo de los detergentes y limpiadores ¿Cómo eliges los productos que quieres llevar? Las opciones son muchas, entre las marcas, los objetivos específicos de cada limpiador y los acabados. Puede ser muy confuso para las personas que no están acostumbradas a hacer las compras o hacer el aseo.
De la misma forma que hay productos específicos de limpieza para dientes, pelo, cara y cuerpo, los detergentes para la limpieza del hogar también difieren.
A pesar de que los consumidores tienen sus preferencias más o menos fijas dependiendo de la marca, existen recomendaciones sobre el tipo de limpiador a usar, ya sea en crema, polvo o líquido. La principal diferencia entre estos está en la superficie en la que se utilizarán.
Limpiadores líquidos o en spray
Este tipo se caracteriza por cubrir más espacio, alcanzan rincones y pequeños espacios, así que son perfectos para el limpiado diario, o por lo menos más seguido.
Son mucho más gentiles con las superficies, porque a pesar de que pueden contener limpiadores en polvo abrasivos, estos están diluidos. A pesar de ser ligeros, no son recomendados en superficies que se dañen ante la humedad, como la madera y el cobre.
Son perfectos para las superficies más difíciles de alcanzar, como ventanas, espejos o paredes, gracias a que tienen un gran alcance y el líquido se “adhiere” a la pared y no se resbala, como lo haría el polvo.
Limpiadores en crema o gel
Son el punto intermedio en cuanto abrasividad, tienen más poder que los líquidos, pero son más ligeros que en polvo. Dependiendo de la consistencia, también pueden ser útiles en superficies horizontales, pero son más difíciles de enjuagar.
A pesar de que la mayoría los asocia solo con el baño, los detergentes en crema son muy versátiles. El caso de los limpiadores en gel, se consideran más eficaces que los en crema, pero mantienen más o menos las mismas características.
Limpiadores en polvo
Estos están diseñados para las tareas más pesadas de limpieza y no son recomendados para utilizar todos los días o muy seguido porque pueden dañar las superficies, y específicamente no están recomendados en la porcelana y acero inoxidable.
De todas formas, estos productos son venerados por los fanáticos de la limpieza por su gran poder abrasivo. Para utilizarlos, se puede preparar una pasta con un poco de agua y hay que tener cuidado, porque por su alta concentración de químicos pueden ser molestos para las vías respiratorias.
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