Blancos o de color: Cómo elegir el mejor huevo para tu comida
Cuando estás en el pasillo del supermercado, ¿cómo eliges tus huevos?
Para muchos, los de color parecen ser de campo y por eso tienen un mejor contenido nutricional, mientras que los blancos parecen falsos y no serían de su preferencia, pero ¿cuál es la diferencia real entre los huevos? ¿Existe uno mejor que otro?...
El color de la cáscara de los huevos cambia dependiendo de la raza de la gallina que los pone y no por la alimentación del animal. En el caso de las gallinas rojas, ponen huevos de color y las blancas ponen huevos blancos. Y los huevos azules, típicos del campo chileno, vienen de las gallinas Araucanas.
El color es determinado en el proceso de formación, cuando la gallina libera el pigmento llamado ovoporfirina. La concentración del pigmento determina el color del huevo, con más pigmento, el huevo se vuelve café.
Pero sin importar la raza de gallina o el color del huevo, el aporte nutricional de un huevo no cambia por uno de estos factores.
El color de la yema tampoco es un indicador nutricional, ya que está determinado por los carotenoides y puede ser fácilmente mejorado si se incluyen más carotenoides en la dieta del animal.
Según un artículo de The Incredible Egg, el único factor que puede mejorar el valor nutricional de un huevo es la alimentación de la gallina. Los resultados de esto se conocen en el mercado como huevos enriquecidos y son promocionados como enriquecidos con Omega-3 o con mayores niveles de vitamina D.
¿Cómo afecta la cáscara al huevo?
Si bien el color de su exterior no es un factor determinante, hay otra característica que puede provocar cambios: el grosor. Mientras más delgada sea esta capa protectora, más débil y poroso es el huevo.
La debilidad de la cáscara por sí, no genera cambios, el problema es que tienen mayor posibilidad de romperse durante el empaque, traslado y comercialización, generando un riesgo para el desarrollo de bacterias.
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