Ya comenzó el otoño: ¿Cómo los cambios de estaciones pueden afectar nuestra salud mental?

El miércoles 20 de marzo se dio inicio oficial al otoño en Chile y en todo el hemisferio sur del planeta Tierra, una época en la que lentamente comienzan a bajar las temperaturas y anochece más temprano.

Con la llegada del otoño se pone fin a un caluroso verano, y mientras muchos celebran este cambio, hay muchos otros que no están contentos. De hecho, hay quienes sufren de trastorno afectivo estacional, un problema que afecta a la salud mental de la población, en especial a mujeres.

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¿Qué es el trastorno afectivo estacional?

En palabras simples, el trastorno afectivo estacional es un tipo de depresión que está relacionado con los cambios de estación y que ocurre, por lo general, siempre en la misma época del año, según Mayo Clinic.

Casi siempre este fenómeno sucede cuando empieza a terminar el verano y empieza la época del otoño y del invierno. Es común que mucha gente en esta época pase a tener menos energía y se sienta más triste, lo que se termina cuando vuelve la primavera.

Ahora bien, a veces hay casos opuestos, es decir, personas que se deprimen con la llegada de la primavera y el verano. En cualquier caso, este en un problema de salud mental, que si llega a ser grave debe tratarse con un especialista. De hecho, las personas bipolares son propensas a sufrir este trastorno.

¿Cuáles son los síntomas del trastorno afectivo estacional?

La psicóloga de la Unidad de Apoyo Psicosocial al Personal de la Universidad de Concepción (UAPPU), Nerkis Fuentes Domínguez, explica que esta depresión estacional por lo general viene acompañada de una disminución importante del interés del placer (anhedonia), junto a la dificultad de experimentar disfrute en la vida.

“También se presenta tristeza, desánimo, la persona experimenta también ansiedad, irritabilidad o astenia, dificultad para concentrarse y también se caracteriza por el aumento de peso, el aumento del deseo de comer y de antojos por comida chatarra”, detalla la experta.

A la vez, Mayo Clinic menciona que es común tener los siguientes problemas:

• Sentirse apático, triste o decaído gran parte del día, casi todos los días.
• Perder el interés en actividades que solías disfrutar.
• Tener poca energía y sentirse aletargado.
• Dormir demasiado.
• Sentir antojos por consumir carbohidratos, comer en exceso y subir de peso.
• Tener dificultad para concentrarse.
• Sentirse desesperanzado, inútil o tener sentimientos de culpa.
• Comenzar a sentir que ya no quieres vivir.

¿Por qué ocurre el trastorno afectivo estacional?

No existe una única causa del trastorno afectivo estacional, ya que por lo general ocurre por varios factores ambientales, culturales y biológicos.

“Se sabe que puede ser por distintos factores ambientales; dígase el clima o la latitud del planeta donde nos encontremos; factores culturales, genéticos y también los rasgos de personalidad tienden a predisponer a este trastorno”, explica Domínguez.

A la vez, esto también podría ocurrir por los cambios que puede sufrir tu reloj biológico al reducirse la luz solar en otoño, tal como ocurre con los cambios de hora. 

En todos estos casos, el tratamiento para el trastorno afectivo estacional puede comprender terapia lumínica (fototerapia), psicoterapia y medicamentos. También se recomienda hacer deporte, exponerse al sol y mantener una dieta equilibrada.

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