"Llegaste 30 años tarde": Raimundo se disculpa con Iván provocando un incontrolable llanto en "Los Casablanca"
- Por Nicolás Escárate
De alto impacto estuvo el capítulo de este martes de "Los Casablanca", puesto que se vivió un momento decisivo entre los hermanos Raimundo (Francisco Reyes) e Iván (Pancho Melo). El dueño de la Viña Ítaca terminó por sincerarse con su hermano y le pidió perdón por los errores del pasado, en una de las escenas más emotivas y tensas de la producción.
Tras entregar los títulos y aceptar el traspaso del campo, Raimundo reconoció su derrota, pero también abrió su corazón por primera vez al empresario hotelero. "Todo lo que pasó, pasó porque para mí fue más fácil no ver lo que estaba ahí, delante de mis ojos. Miranda, mis hijos, Carla, a ti", admitió en su confesión.
El mea culpa de Raimundo
"Lo que quiero decir es que para mí siempre fue más fácil, más cómodo, creer que yo siempre estaba en lo correcto. Y que tú estabas equivocado. Ese estigma que tienes desde chico. Tú me lo dijiste una vez, me dijiste que yo nunca había sido capaz de mirarte, de protegerte, de ayudarte. Y sí, tal vez no fui el hermano que necesitabas", señaló
Ir a la siguiente notaA esta declaración, Iván reaccionó sorprendido con la pregunta: "A ver si estoy entendiendo. ¿Me estás pidiendo perdón? ¿Te estás disculpando? Esto no lo vi venir. ¿Qué pretendes?".
Lejos de retroceder, Raimundo insistió en abrirse con franqueza. "Solo decirte que a mí me gustaba entrar en guerra contigo, me gustaba ganarte, como juego. Y nunca me di cuenta del daño que eso te hacía. No quiero más guerra. Estoy cansado", expresó con firmeza frente a su hermano.
El personaje interpretado por Francisco Reyes continuó hurgando en el pasado familiar y en la compleja relación que ambos arrastraban desde niños. "Tú siempre me odiaste desde niño, porque pensabas que yo me sentía superior a ti. Yo no me daba cuenta de eso, hasta que te vengaste de mí quitándome a mi mujer y ahí sí, yo comencé a odiarte, con toda mi alma. Ese odio se transformó en obsesión, una obsesión que no me permitió ni siquiera ver a mis hijos", confesó, antes de romper en llanto.

"A lo mejor, lo único que necesitabas era cariño, un cariño que yo como hermano no fui capaz de darte. Lo que te quiero decir Iván, por la mier… ¡Eres mi hermano, hue…! Y yo no tengo un put… recuerdo de alguna vez que nosotros dos nos hayamos abrazado".
Finalmente, esas palabras no lograron conmover a Iván, quien reaccionó con furia y lo expulsó de su casa. "Ya, cállate, no seas cursi. Además, tampoco eres tan importante para mí. ¡No tengo tiempo ni ganas para escucharte! ¡No quiero escucharte! ¡Ándate de mi casa!", le gritó, recalcando con dureza que "llegaste treinta años tarde".
Leer más de
Notas relacionadas