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El especial tatuaje que se hizo Cata Pulido en honor a Sasha, su hijo fallecido: "Pasa el tiempo y más siento su ausencia"

El 30 de octubre de 2024, Catalina Pulido enfrentó uno de los dolores más profundos que puede vivir una madre: la pérdida de un hijo. Ese día, su primogénito, Sasha Von Knorring, de 28 años, falleció a causa de una grave hepatitis autoinmune.

A pocos meses de cumplirse un año de su partida, la actriz decidió rendirle un sentido homenaje con un tatuaje en su brazo. Inspirada en una selfie que Sasha se tomó hace más de una década, plasmó en su piel la intensidad de su mirada celeste.

El especial tatuaje que se hizo Cata Pulido en honor a Sasha, su hijo fallecido

En diálogo con Las Últimas Noticias, explicó que "quería plasmar su mirada, que era calcada a la mía. Sus ojos de color celeste lo caracterizaban y le daban mucho éxito con el sexo opuesto: las chiquillas se derretían. Eran el espejo de su alma y a través de ellos se podía ver cuán dulce e inteligente era, sediento de conocimiento".

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Para materializar el diseño, acudió al tatuador Marlon Parra, quien anteriormente ya le había tatuado el nombre de Sasha en caracteres orientales. El resultado lo subió a su cuenta de Instagram, donde expresó: "me faltaban tus ojitos de ángel. Tu mirada profunda, que ocultaba esa dulzura infinita de tu alma".

Sasha y Cata Pulido/Instagram

La panelista de televisión detalló que no se hizo el tatuaje por una razón específica, aunque el próximo 27 de septiembre Sasha habría cumplido 29 años: "Ese día haré un carrete, obvio. Eso es lo que hubiese querido, que lo recordáramos con alegría".

Además, compartió una sincera confesión: "A medida que pasa el tiempo, más siento su ausencia". En esa línea, contó: "siento que él me ha ayudado también a sobrellevar este proceso porque cambié mi teléfono y se me borraron todos los chats y no los pude recuperar".

Aquel inconveniente lo interpretó como una señal de que debe avanzar, pese al dolor: "Creo, por un lado, que eso es sano porque quedarse pegado en el dolor es no permitir que el fallecido ascienda al plano que debe estar. No sé lo que pasa tras la vida, pero sí sé que uno debe recordarlos con alegría".

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