"Ni siquiera la abracé": Hija de concejala desaparecida recuerda la última vez que vio a su madre
- Por Meganoticias
¿Qué pasó?
Han pasado 12 días desde la desaparición de la concejala de Villa Alegre, María Ignacia González, de 73 años, ocurrida la madrugada del domingo 15 de junio. En medio del despliegue de las autoridades para dar con su paradero, su hija Javiera recordó la última vez que vio a su madre, horas antes de que se le perdiera el rastro.
"Ni siquiera la abracé"
“La última vez que yo la vi fue el sábado -14 de junio- a las 6 de la mañana, porque me pasó a buscar junto con mi hermana. Íbamos a Santiago y nos fue a dejar al bus en San Javier. Ese fue el último día que yo la vi”, contó al matinal "Mucho Gusto".
Javiera también expresó: “Ustedes se imaginan que uno después piensa: Pucha, ni siquiera la abracé. Nos bajamos rápido porque el bus ya se estaba yendo, mi mamá casi se pasó un semáforo en rojo. Hasta el final, en su rol de mamita, dándolo todo por sus hijas, yéndonos a dejar al terminal a las seis de la mañana”.
La hija de María Ignacia González aseguró que antes de su desaparición, la concejala se encontraba bien a nivel personal. Tenía pasajes comprados para viajar con una amiga, planes de vacaciones para fin de año y regalos preparados para sus sobrinas nietas.
LO ÚLTIMO“Ella estaba contenta en su vida personal, supercontenta”, aseguró su Javiera. Por el contrario, “en su vida política estaba cansada porque, claro, las cosas no funcionaban como a ella le hubiesen gustado. Ella lo daba todo en su trabajo”, contó.
Hipótesis de la desaparición
Consultada por posibles amenazas que habría recibido su madre, indicó que no tiene antecedentes al respecto: “Al menos mi mamá nunca me mencionó nada. Y tampoco tenemos ninguna prueba, porque créeme, si tuviéramos una prueba, habría algo más de donde poder tomarse”.
La hija también mencionó que una de las teorías que ha circulado es la posibilidad de un femicidio de carácter político. “Mi mamá tenía un rol fiscalizador como concejala, pero ella lo cumplía a cabalidad. Nunca tuvo pelo en la lengua para decir lo que pensaba, ni tampoco para discutir si era necesario”, dijo.
Mientras la búsqueda sigue en curso, Javiera expresó: “Lo único que queremos como familia, y con mi hermana, es poder encontrar el cuerpo de nuestra mamá, hacer el ritual de despedida y cerrar ese ciclo. Porque no me imagino cómo será vivir sin tener nunca, ni siquiera, sus restos para poder rendirle homenaje”.
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