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Masiva despedida de carabinero asesinado: Le otorgan ascenso póstumo al grado de suboficial mayor

¿Qué pasó?

El funcionario de Carabineros que falleció tras haber sido atropellado en Concepción, Álex Salazar Rodríguez, fue despedido en la Iglesia Evangélica de Huentelolén, en la comuna de Cañete, región del Biobío.

A la ceremonia asistió el general director de la policía uniformada, Ricardo Yáñez, quien dispuso el ascenso póstumo del cabo, al grado de suboficial mayor.

¿Qué dijo Yáñez?

Yáñez señaló que Salazar tomó el compromiso de ser carabinero y "lo hizo carne por más de 15 años, y lo llevó a que en la noche del pasado domingo, a sólo unas horas de terminar su servicio, acudiera a la fiscalización de un centro de bebidas alcohólicas".

"Estuvo ahí para prevenir y no debería haber tenido contratiempos. Sin embargo, la realidad nos golpeó y nos puso ante una dolorosa tragedia", agregó.

Ascenso póstumo

"Frente a su familia, frente a sus camaradas, frente a la comunidad por la que dio su vida, anuncio que he dispuesto el ascenso extraordinario al grado de suboficial mayor como un reconocimiento póstumo a su vocación, compromiso y entrega por la patria", informó del director general.

Además, indicó que "como testimonio de su legado, en la Escuela de Suboficiales, plantel que lo acogió en sus últimos años, se ha resuelto mediante la resolución N° 139, de fecha 14 de marzo de 2023, de la ESUCAR Grupo Concepción, denominar el patio central y corazón del plantel como Suboficial Mayor Álex Salazar Rodríguez, en su memoria".

La despedida

El féretro pasó por diferentes rutas y comunas de las provincias de Concepción y Arauco, recibió el homenaje de la gente, quienes salieron a las calles con globos y aplaudieron.

Posterior a la ceremonia religiosa, el ahora suboficial mayor fue trasladado al Cementerio Municipal de Cañete para ser sepultado en una masiva despedida.

Trayectoria

En un comunicado, Carabineros destacó que Salazar tenía una gran pasión por los animales, la cual lo llevó a orientar su profesión hacia la labor de guía de perros adiestrados, tanto de orden y seguridad como detectores de drogas y explosivos. 

En su carrera prestó servicios en la Tenencia Batuco, en el Escuadrón de Presentación y Canoterapia, en el Gope Bío Bío, en la Subcomisaría Montada y de Perros Policiales y en la actualidad era alumno de segundo año de la Escuela de Suboficiales de Concepción. Justamente, se encontraba realizando su práctica para convertirse en suboficial graduado.

En el plano más personal, era un buen bailarín de cueca y participaba en el grupo folclórico institucional, mientras que estaba casado y era padre de dos niñas.

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