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"Nos preocupa la cantidad de armas que están circulando": Así se gestó el inédito robo de armas al Ejército

  • Por Ana María Lizana / Mario Rosende / Rocío Larraguibel

Fue catalogado como el robo más grande en la historia del Ejército, organizado por una banda criminal que, desde Colina 2 y con sus cómplices en las calles, logró hacerse de armas que, en manos de delincuentes, son un peligro para la sociedad.

El pasado 21 de febrero fue cuando se llevó a cabo este robo, donde militares, funcionarios en retiro, civiles y reos, estuvieron implicados. El equipo de reportajes de Meganoticias tuvo acceso exclusivo a la investigación que lidera el Ministerio Público. Los cabecillas de este robo fueron Nicolás Jara y Gabriel Avendaño, quienes desde Colina 2, coordinaron toda la operación.

"Las dos personas que están identificadas cumplen condena por otros delitos en Colina 2. En su carrera delictual previa delinquieron juntos. Se conocen, que son de la misma comuna", detalla la fiscal Tania Sironvalle.

¿Cómo se gestó este robo?

Pasada la medianoche del lunes 21 de marzo, es cuando todo inicia. En la caseta de guardia del Instituto de Investigaciones y Control del Ejército el Sargento Segundo, Manuel Quinteros, con 18 años en la institución, habla supuestamente con el director del IDIC, el Coronel Francisco Silva y traspasa la llamada al guardia civil Juan Osorio, suboficial en retiro.

Osorio recibe una videollamada. La declaración del guardia civil es que Silva le habría pedido subir a la oficina. Una vez dentro, le pidió abrir la caja fuerte y extraer el dinero, además de 4 armas que guardaba. Adicional a ello, le pide guardar todo en un bolso negro y que se lo entregara a un conductor que esperaba afuera.

A este último, "lo involucraron debido a la confusión natural que tiene que haber respecto de por qué él no pudo evitar este delito, siendo él y el comandante de guardia, un militar en ejercicio, los únicos que estaban en el recinto", explica Rodrigo Oyarzún, abogado del guardia.

Entrega de las armas

Las cámaras de seguridad, específicamente en la esquina de Real Madrid, de La Florida, muestran un taxi particular que traslada parte del botín. Una mujer recibe el bolso, identificada como Francisca Arancibia. Según su abogado, Juan Vallejos, ella no sabía qué es lo que contenía y que pensaba que "habían cremas".

Posteriormente, Juan Osorio recibe otra videollamada del coronel Francisco Silva, jefe de la institución militar, pidiéndole que vaya al Departamento de  Sistema de Armas y entrar. Osorio no pudo abrir, por lo que rompe la chapa. En consecuencia, la alarma sonó, pero el guardia militar aseguró no escuchar nada. Tras otro intento y otra puerta, encuentra el botín: armas de alto calibre.

“El poder de fuego es muy alto”

Lo que encuentra son las pistolas CZ nuevas, recién llegadas de República Checa. Su único dueño, el armero Gustavo Breuer, es el único que importa este modelo a Chile.

"Una persona en Colina 2, con una inteligencia delictual brillante, creó esto de mandar vehículos a retirar bolsos dando él una orden hacia el Instituto de Investigación y Control del Ejército, que entregara las armas", detalló Breuer y que, según la institución, las armas estaban apiladas, listas para que ingresaran al banco de pruebas.

Sobre las armas, explica que "tiene 19 tiros, por lo tanto, el poder de fuego en manos de delincuentes es muy alto. Y en especial en esta arma que tiene una exactitud y precisión asombrosa". En total, 78 maletas con armas en su interior fueron robadas, con tres cargadores y varillas de limpieza.

Destino de las armas

Todas estas armas son cargadas por Osorio y el guardia militar presta ayuda. El mismo auto que fue hasta La Florida, retorna y se le hace la entrega de un bolso. Posteriormente, otro auto lleva otras dos cajas a la población Lo Hermida, en Peñalolén.

Allí las habría recibido el hermano de Nicolás Jara, uno de los presos de Colina 2 que habría gestado el robo desde el Idic, quien posteriormente se habría sacado fotos presumiendo las armas. Luego, la suegra de Jara, habría ido a buscar el resto del armamento.

Según señala el coronel Juan Francisco Albornoz, jefe del departamento de OS9 de Carabineros, "la distribución de las armas es hecha por una banda organizada que considera recursos logísticos, contactos para poder distribuir estas armas".

Sin embargo, esa no sería la única entrega. Los guardias se preparaban para apilar 11 carabinas a la entrada del recinto militar. Cuando llega otro auto a buscarlas, el guardia recién comienza a sospechar que algo raro había. Quinteros, en tanto, llama al verdadero coronel Francisco Silva, y desde su casa le ordena que detenga cualquier otro movimiento.

Cómplices y recuperación de las armas

El abogado de Francisca Arancibia, quien había pensado que eran cremas, niega que ella sea parte de una red de tráfico de armas. "Ella solo recibe un bolso y al ver su contenido lo transporta a otra comuna. Esa es su participación", indica Juan Vallejos.

No obstante, el OS9 allana el departamento de la joven en La Florida y se encuentra el dinero sustraído desde la caja fuerte del Idic. Además, se confisca la ropa que utilizó la noche del robo, el bolso con las armas y celulares. Su relato, en tanto, sería clave para recuperar parte del botín.

Se recuperan las armas del coronel Silva y recientemente hubo novedades de las otras 78 cz robadas. Casualmente, en una diligencia de la Fiscalía Sur con la Bicrim de Puente Alto, se hallaron una de esta armas. ¿De las otras? Todavía se desconoce su paradero.

Formalizados

Actualmente, Francisca Arancibia fue formalizada por el delito de tráfico de armas y está en prisión preventiva mientras transcurren los 120 días fijados para la investigación. Por su parte, su pareja, Gabriel Avendaño, reo de Colina 2, también fue formalizado y optó por su derecho a guardar silencio. Sin embargo, su cómplice, Nicolás Jara, aún no ha sido formalizado.

 

Adicionalmente, Juan Osorio, el guardia civil que ayudó a la entrega de las armas a los delincuentes, fue formalizado. El guardia militar, Manuel Quinteros, también está en prisión preventiva a la espera de sanciones y condenas.

Rodrigo Oyarzún, abogado de Osorio, señala: "Mi representado refiere ser completamente inocente de los cargos que se le atribuyen, él dice que no tiene ninguna participación. Pensemos un poco, por qué una persona de esa edad, que tiene una pensión y dos sueldos como civil en esta institución tendría interés en participar en una cuestión así".

La investigación continúa

De acuerdo a la fiscal Tania Sironvalle, el procedimiento que dio pauta al robo, no se ajusta al protocolo de entrega de armas: "El recibimiento y la entrega de armas se realiza los días hábiles, de lunes a viernes en horario de oficina, y además esta es una recepción y una entrega que se realiza con guardias de carabineros. O sea acá no va cualquier persona, cualquier taxista o cualquier vehículo a retirar armas".

En tanto, el Ejército señala que el instituto ha sido intervenido con sumarios internos e investigaciones laborales y que todos sus funcionarios están siendo pesquisados. El armero, por su parte, demandó al Estado y a todos aquellos que resulten responsables.

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