Logo Mega

Este aviso se cerrará en segundos

Ofrecía medicamentos a su "paciente": Condenan a psicólogo a siete años de prisión por el delito de estupro

  • Por Nicolás Díaz Canales

¿Qué pasó?

El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Arica condenó a siete años de presidio efectivo a un psicólogo de la ciudad de Arica, por el delito reiterado de estupro en contra de una de sus pacientes menor de edad.

Condenado por estupro

Por fallo unánime, el tribunal condenó a Juan Miguel Soto Araya por el delito que hace referencia a "el que tuviere acceso carnal, con persona mayor de 12 años y menor de 18, abusando de su superioridad originada por cualquier relación o situación o sirviéndose de engaño".

Soto Araya utilizó precisamente su puesto como psicólogo para "abusar de la vulnerabilidad y la adicción a las drogas" de una menor de 16 años que se encontraba en un programa de desintoxicación en un centro ubicado en el cerro Sombrero, de la capital de la región de Arica y Parinacota.

Fue al interior de su oficina en donde el sujeto realizó actos de connotación sexual con la menor, al solicitarle que le practicara sexo oral o "accederla carnalmente".

De acuerdo al fallo, estos abusos los realizaba "a cambio de suministrarles dosis de clonazepam u otros medicamentos. Acciones que se ejecutaron en forma reiterada mientras la víctima permaneció en el programa, hasta finales de diciembre de 2020".

Condena y penas

Además de la condena de siete años de prisión efectiva, a Soto Araya se le aplicaron las accesorias legales de "inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos y la inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la condena; más el pago de las costas del juicio".

El condenado será vigilado por la autoridad hasta diez años después de su condena principal y se le prohibió por siete años realizar trabajos "en ámbitos educacionales o que involucren una relación directa y habitual con personas menores de edad".

El tribunal dispuso también la toma de muestras biológicas de Soto Araya, para que estas queden incluidas en el Registro Nacional de ADN de Condenados.