Menor de 17 años mató a cuatro adolescentes en un cumpleaños en Rusia: Lo rechazó una joven, quemó la casa y murió
- Por Cristian Latorre
¿Qué pasó?
Una fiesta de cumpleaños terminó en tragedia el pasado martes en la región de Irkutsk, Rusia, luego de que un menor de 17 años asesinara al menos a cuatro adolescentes con un cuchillo tras asistir a la celebración de una joven de 14 años.
El atacante, identificado como Mikhail Paramonov, habría cometido el crimen tras emborracharse y sufrir un rechazo amoroso.
Una de las jóvenes fingió estar muerta
De acuerdo con medios locales citados por The Sun, el ataque se habría desencadenado luego de que una joven de 15 años rechazara sentimentalmente al agresor durante la fiesta, que se realizaba en una casa de campo, conocida localmente como “dacha”.
Las víctimas fatales fueron identificadas como Polina Markova (16 años), Nikolai Malyshev (13), Vadim Pavlushkin (14) y Oybek Bondursky (14). Además, otros cuatro adolescentes resultaron heridos durante el ataque.
LO ÚLTIMOEntre los sobrevivientes se encontraba Veronika, la joven que habría rechazado a Mikhail. Según los informes, ella fingió estar muerta tras ser apuñalada por el atacante.
Cuando Mikhail abandonó la casa, la menor logró escapar y alertó a un vecino, quien dio la alarma. Fue esa rápida acción la que permitió que otros adolescentes también pidieran ayuda y llamaran a la policía.
Mikhail murió en incendio
Sin embargo, al enterarse de que las autoridades estaban en camino, Mikhail regresó al inmueble y provocó una explosión al incendiar un cilindro de gas, lo que desató un gran incendio en la vivienda. El adolescente murió en el lugar.
Cuando la policía ingresó a la casa, encontraron a Mikhail “desnudo y sosteniendo un cuchillo”, según reportes preliminares. Allí se celebraba el cumpleaños de Anastasia Sinota, quien logró escapar del lugar.
Parte de los informes policiales indican que “la mayoría de los niños habían dicho a sus padres que se quedarían con amigos”.
Además, se reveló que los padres de los asistentes no sabían que sus hijos e hijas se habían desplazado hasta una casa de campo, ubicada a unas 200 millas de la capital regional, para asistir a la fiesta.
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