"No quiero que te disparen": El desgarrador video del arresto de una mujer junto a su hija tras crimen racial en EEUU
"Mamá, por favor no grites, porque no quiero que te disparen", le dice una niña de cuatro años, asustada, a su madre, quien está esposada en el asiento trasero de un auto de policía.
La escena corresponde al miércoles 6 de julio de 2016. Pasadas las 21 horas, a las afueras de Saint Paul, en Minnesota (Estados Unidos), el policía Jerónimo Yanez, de 28 años, acababa de matar a tiros a Philando Castile, un hombre afroamericano de 32.
Minutos antes, había hecho que Castile se detuviera en su auto, donde también viajaban Diamond Reynolds, su novia, y la hija de cuatro años de esta, porque uno de sus focos traseros estaba roto.
Tras los disparos, Reynolds comenzó a transmitir a través de Facebook el momento —video que se difundió en todo el mundo—: su novio, cubierto de sangre, agonizaba en el asiento del conductor mientras el policía continuaba apuntándole con su pistola. "Nos han parado por tener rota una luz trasera y ahora está cubierto... mataron a mi novio", decía la mujer mientras grababa.
"Estaba intentando sacar su carnet de identidad y su cartera de su bolsillo y le informó al agente que tenía un arma de fuego y el policía le acaba de disparar", continuaba, contando su versión de lo sucedido.
El policía, quien sigue aputando con su arma, grita: "Señora, ¡mantenga las manos donde las tiene! (...) ¡Le dije que no buscara nada! ¡Le dije que levantara la cabeza!".
Finalmente, el policía detuvo a Reynolds, a quien esposó, arrestó y llevó, junto a su hija pequeña, a la patrulla policial. Y las imágenes, que fueron captadas por una la cámara del vehículo, fueron publicadas ahora.
"Puedo mantenerte a salvo", le dice la menor, llorando, a su madre mientras intenta tranquilizarla. "No puedo creer que hayan hecho esto", le responde ella.
CRIMEN RACIAL
El caso de Philando Castile causó gran revuelo en Estados Unidos, ya que fue tildado de crimen racial. El viernes pasado, en tanto, se dio a conocer la noticia de que el policía fue absuelto del cargo de homicidio involuntario en segundo grado, alegando que se sintió amenazado.
El registro fue liberado por la propia institución policial.