¿Consumes sopas instantáneas muy seguido? Estos son los problemas de salud a los que te arriesgas

Las sopas instantáneas son la alternativa preferida de las personas que viven con una agenda ajustada o con poco tiempo para dedicarle a la cocina y prepararse una comida más contundente. Son rápidas, poseen buen sabor y se caracterizan por su versatilidad.

Sin embargo, hacer un consumo excesivo de las denominadas "magic ramen" puede ocasionar varios problemas a la salud. Además, pese a que satisfacen el apetito, estas no tienen el mismo contenido nutricional que aquellas que se preparan de manera casera.

¿Qué podemos encontrar en una sopa instantánea?

Bajo el título "¿Qué tan buena es tu sopa?", un estudio de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) de México identificó las siguientes propiedades en una sopa instantánea:

• Hidratos de carbono (provenientes de cereales).
• Cantidades variables de grasas y proteínas.
• Un aporte energético que puede variar entre las 29 y 230 kilocalorías por cada 100 gramos de producto preparado.
• Contenido de sodio y otros aditivos.

Las principales conclusiones a la que llegó el análisis fue que "las sopas proporcionan una gran cantidad de agua por porción (para hidratar los ingredientes del producto), por lo que tienen bajo aporte nutritivo. Las sopas dan saciedad debido a la combinación de carbohidratos, y a su elevado contenido de agua".

¿Qué problemas de salud ocasiona el consumo frecuente de sopas instantáneas?

Si bien degustarlas ocasionalmente no genera grandes preocupaciones, hay que prestar atención cuando el consumo de sopas instantáneas sea diario, dado que la persona se arriesga a los siguientes factores que posee este producto:

Ausencia de nutrientes clave

El sitio web especializado en salud, Healthline, señala que las sopas instantáneas se caracterizan por ofrecer bajos niveles de nutrientes importantes para el organismo humano, tales como proteínas, hierro y vitamina B.

Estos aportes nutricionales son removidos de los ingredientes, dado el proceso de refinamiento al que es sometida la harina de trigo.

Aumento de peso

Dada la ausencia de nutrientes fundamentales, las grasas saturadas que presentan las sopas instantáneas convierten a este alimento en uno muy calórico, aumentando las probabilidades de subir de peso.

El sitio Medline Plus especifica que estas grasas no solo propician el aumento de peso, sino también el riesgo de sufrir enfermedades cardiacas, ya que se acumula colesterol en los vasos sanguíneos.

Además, también se genera un daño en el hígado, pues almacena más grasas saturadas que derivan de alimentos procesados con conservantes y saborizantes arficiales.

Altos niveles de sodio

En su estudio, la Profeco determinó que "por 100 gramos de producto, las pastas (para las sopas instantáneas) tienen de 177 a 590 miligramos, mientras que el arroz contiene entre 233 y 664 miligramos. Por esta razón, no son aconsejables para hipertensos".

Todo esto, cuando la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es consumir, idealmente, menos de 2.000 miligramos de sodio (unos cinco gramos de sal) al día en adultos.

El alto consumo de sodio podría ocasionar inconvenientes como:

• Problemas renales.
• Osteoporosis.
• Problemas cardiovasculares.

Glutamato monosódico

Otra conclusión del órgano mexicano es la alta presencia de glutamato monosódico (GMS) en las sopas instantáneas. Su función es "hacer que la lengua resulte más receptiva a los condimentos —de ahí que se le considere un potenciador del sabor, a pesar de que por sí solo tiene un sabor desagradable", asegura el análisis.

Algunos importantes organismos lo consideran "seguro" e "inofensivo", pero los detractores del GMS establecen que ocasiona problemas como dolor de cabeza, taquicardia, dificultad para respirar, dolor de pecho, entre otros.

"Estudios han demostrado que (el GMS) interviene en la parte del cerebro que regula la saciedad, provocando voracidad en el individuo, contribuyendo así a la obesidad, amén de provocar cierta toxicidad a nivel neuronal y hepático", consigna la Profeco.

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