"Máquina de hacer dinero": La exitosa faceta empresarial de Maria Sharapova tras su retiro del tenis profesional

Maria Sharapova, de 38 años, ha demostrado que el talento competitivo no solo se limita a las canchas. La extenista rusa, que en 2016 aprovechó su suspensión de quince meses por dopaje para estudiar administración y liderazgo en la Escuela de Negocios de Harvard.

Con sus estudios ha consolidado un imperio financiero que la prensa británica, encabezada por el Daily Mail,  describe como el ejemplo perfecto del retiro deportivo más rentable del siglo, calificándola como una "máquina de hacer dinero".

La periodista Tamara Prenn analizó cómo la figura mediática que alguna vez dominó Roland Garros y Wimbledon se transformó en una estratega empresarial capaz de negociar millones. Sharapova pasó de romper récords con su raqueta a construir una fortuna basada en inversiones, marcas y propiedades de lujo.

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Los negocios de Maria Sharapova

De acuerdo con estimaciones de Forbes, el patrimonio neto de Sharapova bordea los 220 millones de dólares, cifra que la ubica entre las deportistas más ricas de todos los tiempos. Durante sus 11 años en la élite del tenis, fue un imán para las marcas globales: acumuló más de trescientos millones en contratos publicitarios, trabajando con Gatorade, Porsche, Tiffany & Co., Tag Heuer, Evian, Motorola y Land Rover, además de lanzar su propia línea de ropa con Nike.

Incluso después de retirarse en 2020, su nombre siguió cotizándose, participando en campañas para Stella Artois, Aman Hotels, Hästens y Dubái CFI.

En el ámbito inmobiliario, Sharapova también ha demostrado olfato para los negocios. Posee un rancho de ocho millones y medio de dólares en Summerland (California) y una mansión de once millones en Montecito, una de las zonas más exclusivas del estado.

Además, recientemente vendió su propiedad en Manhattan Beach por veinticinco millones de dólares al jugador de la NBA Luka Doncic, confirmando que sus inversiones se mueven con la misma precisión con la que ejecutaba un saque ganador.

El punto de inflexión en su carrera empresarial llegó con Supergoop!, una marca de protectores solares de alta gama que revolucionó la industria de la cosmética al combinar estética, salud y sostenibilidad. Sharapova se convirtió en copropietaria de la firma a los veintiséis años y la hizo crecer exponencialmente.

En 2021, el gigante financiero Blackstone adquirió la compañía por la impresionante suma de setecientos cincuenta millones de dólares, consolidando así el primer gran triunfo comercial de la extenista fuera del deporte.

A partir de ese éxito, Sharapova construyó un portafolio de inversiones tan diverso como ambicioso. Apostó por UBS Wealth Management, la plataforma fitness Tonal, la startup femenina Cofertility (dedicada a la congelación de óvulos), la firma de calzado Wolf & Shepherd, la billetera de criptomonedas MoonPay, la marca de bienestar Therabody y la plataforma financiera Public. 

Los fracasos financieros de Sharapova

Sin embargo, no todo en su trayectoria ha sido un éxito rotundo. Sharapova también ha enfrentado tropiezos en proyectos como Naked Retail, una tienda física pensada para marcas directas al consumidor que nunca logró consolidarse, y Bright, una plataforma de transmisiones en vivo que conectaba a celebridades con sus seguidores y que no resistió la competencia del mercado digital.

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