Así luce la hacienda donde se grabó "Pasión de Gavilanes"

El éxito de una súper producción dramática no solo está basado en el talento de su elenco. Y de eso tiene mucho que contar la telenovela “Pasión de Gavilanes”, cuyo drama de amor fue grabado en un set cargado de historia y naturaleza, ideal para recrear la vida de sus protagonistas.

Tras anunciarse el regreso con una segunda temporada, vuelven a la palestra todos los detalles que hicieron posible que el melodrama colombiano captara la atención de millones de televidentes que hicieron suya esta teleserie.

Por ello, recordamos la espectacular locación en la que se grabaron cada una de las escenas entre Danna García, Mario Cimarro, Paola Rey y Michael Brown, los personajes principales que aún están en la memoria de la audiencia que espera la continuación de esta esta ficción, que aún se puede ver por Netflix.

La hacienda de los Elizondo en “Pasión de Gavilanes”

En la hacienda de los Elizondo se desarrolló la historia. Espacios perfectos que Telemundo Internacional escogió para escenificar esta producción que nuevamente reaparecerá en la pantalla chica.

El portal Perú21 menciona que este fundo es en la vida real el restaurante “El Pórtico”, cuyo nombre se debe al arco de estructura de piedra. Está ubicado en las afueras de Bogotá, Colombia, y fue construido en el año 1968 por Yolanda y Jaime Pradilla.

La edificación posee una arquitectura colonial que proyecta gran personalidad, relata el diario El Tiempo, al mencionar cómo se construyó este centro de eventos que en la actualidad es reconocido mundialmente por su exquisito menú y espacio familiar.

Primero se vendían bocados españoles y al poco tiempo se dio inicio al menú que ahora es conocido con platillos locales. Luego, se construyó la ciudadela que todos conocieron en la telenovela, que incluye una pequeña capilla, plaza y hasta una alcaldía.

Desde su apertura, fue el centro de memorables eventos, como matrimonios y fiestas de fin de año. Ahora nuevamente será el lugar de las grabaciones cuando Telemundo inicie “Pasión de Gavilanes” en su segunda temporada.

Hoy día, Jorge, el hijo de los Pradilla, continúa con el legado de sus padre y es el anfitrión de “El Pórtico”. Recuerda que todo el negocio comenzó en una pequeña casita, rodeadas de vacas. Estaba el pórtico que trajo su padre en el 67 desde la plaza Bolívar.

“Un año después, mi mamá quiso poner un negocio. Empezó vendiendo sangría, chorizo, jamón serrano y empanaditas. Más tarde abrieron puertas y atendieron en bancas y tablas”, contó.

Con el pasar de los años, los espacios se fueron ampliando y ahora el restaurante tiene capacidad para más comensales. Pradilla asegura que hay una zona en la que caben 200 personas y que el gran salón el Claustro de San Isidro fue construido para albergar hasta 1.500 personas sentadas.

Además, posee una estación de tren por el que reciben a grandes grupos de turistas que llegan a esta estancia para degustar el menú, o vienen para una fiesta ya contratada previamente.

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