Influencer que aterrizó en la Antártica acusa que perdió 20 kg y fue diagnosticado con pericarditis tras un mes y medio en Chile

¿Qué pasó?

Ethan Guo, el piloto e influencer estadounidense que hace cerca de un mes aterrizó sin permiso en la Antártica y que el lunes alcanzó una salida alternativa con la justicia, aseguró que el proceso judicial en Chile le causó un "grave deterioro de su salud".

En un comunicado emitido por sus abogados en nombre de Guo, explicaron los motivos del aterrizaje forzoso en territorio antártico, cuestionaron al fiscal del caso y detallaron la delicada situación de salud que estaría pasando debido a que aún permanece en la Antártica sin poder volar o contar con los recursos para salir.

¿Qué dijo el influencer y piloto?

El influencer de 19 años cuestionó que se ha "presentado una narrativa parcial e incompleta de los sucesos en la Antártida, basándose en las acusaciones iniciales infundadas de la Fiscalía" y no con la evidencia que presentó su defensa para alcanzar un acuerdo legal con el Juzgado de Garantía de Punta Arenas.

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Además, relató que todas las pruebas presentadas mostraron que el destino final de su viaje no era la Antártica Chilena, sino Ushuaia, Argentina, "tal como lo confirman el plan de vuelo y el pago de las tarifas".

Sin embargo, "debido a una confusión burocrática sobre los permisos de las reglas de vuelo, las autoridades chilenas le sugirieron que volara en círculos en la oscuridad sobre Tierra del Fuego antes de dirigirse a Ushuaia al amanecer. Durante el vuelo, se encontró con fallas en los instrumentos y una intensa formación de hielo no reportada, causada por la alta nubosidad sobre los Andes, lo que creó un riesgo inminente de accidente".

Como consecuencia, y "para evitar el desastre, se desvió sobre el océano, en donde experimentó problemas con el motor". A causa de ello, "recibió permiso explícito y directo de un alto funcionario de la DGAC a través de WhatsApp para aterrizar en la base Marsh".

"Grave deterioro en su salud"

Tras el aterrizaje, comenzó una larga etapa judicial que se transformó en un "calvario legal por resultado directo de la negativa del fiscal a reconocer esta clara evidencia", dijeron sus abogados. Durante su formalización quedó con arraigo nacional y sin los recursos para viajar a Punta Arenas, por lo que se vio obligado a alojar en la base Frei de la FACH.

Finalmente, y tras cerca de un mes y medio, Guo alcanzó una salida alternativa luego de acordar el pago de una donación de 30 mil dólares ($29 millones) a la Fundación Nuestros Hijos, más la prohibición de entrar al territorio nacional por tres años.

Sin embargo, sus abogados señalaron que "a pesar de su exoneración, el gobierno chileno no le ha permitido volar su avión, lo que ha resultado en su confinamiento de facto en la isla durante un mes y medio. El estrés de esta dura experiencia ha causado un grave deterioro en su salud, incluyendo una pérdida de peso de 20 kg y un diagnóstico de pericarditis (inflamación de la membrana externa del corazón)".

"Si bien agradece los esfuerzos para conseguirle un pasaje en barco, le frustra que no haya un plan para su avión, lo que le impide continuar con su misión benéfica para recaudar fondos para St. Jude", concluyeron.

Por su parte, el fiscal regional de Magallanes, Cristián Crisosto, indicó a La Tercera que la donación se debe concretar las primeras 72 horas después de que arribe al continente, y aclaró que la avioneta de Guo no está incautada, por lo que deberá hacer un pago a la FACH por el servicio de guarda del avión.