"Tuve un año difícil": Esta es la enfermedad que afecta la calidad de vida de Michael J. Fox

Un emotivo reencuentro tuvieron los protagonistas de la icónica película de los 80, "Volver al Futuro". Michael J. Fox (61), quien interpretó a "Marty McFly", y Christopher Lloyd (83), conocido como "Doc Emmet Brown" en el filme, participaron de uno de los paneles de Comic-Con en Nueva York.

Tras 37 años desde el estreno de la película, los actores recordaron su trabajo en la trilogía, pero también ahondaron en su vida privada.

Específicamente, Michael J. Fox reveló que este ha sido un año particularmente difícil. Aprovechó para rendir tributo a su madre, Phyllis Fox, quien falleció hace solo unas semanas, y actualizó sobre su complicado estado de salud.

"En el último año, se me fracturó el pómulo, la cuenca del ojo, mi mano, el codo, el hombro, ambos huesos húmeros. Tuve un año difícil de recibir palizas", explicó el ganador de 5 premios Primetime Emmy.

¿Qué enfermedad tiene?

A pesar de su prolífica carrera, el actor pasó un tiempo alejado de las pantallas luego de ser diagnosticado con la enfermedad de Parkinson en 1991, pero no fue hasta el año 1998 que el artista reconoció públicamente padecer el trastorno.

Desde entonces se ha vuelto un activista y defensor de los derechos de las personas con Parkinson y, gracias a su fundación, The Michael J. Fox Foundation, es el segundo mayor inversor para la investigación de esta enfermedad en Estados Unidos.

Es que el Parkinson es un trastorno neurodegenerativo que afecta el sistema nervioso y específicamente altera los movimientos, el balance y la coordinación de las personas. 

Pero, al igual que el alzhéimer, los efectos de esta afección podría producir depresión, problemas de memoria, cambios de comportamientos, fatiga y trastornos en el sueño.

¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad?

Los síntomas del Parkinson aparecen de manera progresiva, por lo que a veces es difícil de reconocer. Según la Fundación del Párkinson, algunos de los síntomas más habituales son:

1. Temblores. Pueden ser de las manos, labios, mentón, o incluso en las extremidades.
2. Se achica la letra. Por lo general, repentinamente, se hace más pequeño el tamaño de las letras al escribir o se disminuye el espacio entre palabras.
3. Pérdida del olfato. Ya no sienten los aromas fuertes como antes.
4. Problemas de sueño. La intranquilidad durante la noche o los movimientos repentinos mientras duermen podrían ser una señal, especialmente si es que no los presentaban antes.
5. Tienen problemas para caminar o moverse. Los brazos no se mueven al caminar o los pies se sienten "pegados" al piso.
6. Estreñimiento. 
7. Voz baja. Si ha cambiado el volumen de la voz con la que habla.
8. Falta de expresión facial. Se ven enojados, serios o deprimidos.
9. Mareos o desmayos.
10. Encorvamiento de la espalda.

Desde la misma organización aclaran que estos cambios, por separado, no son necesariamente materia de preocupación, pero que si presenta más de uno, entonces recomiendan consultar con un médico.

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