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Pseudocidio: el arte de fingir tu propia muerte

  • Por Meganoticias

Lo primero es aclarar que esta práctica existe. Por un u otro motivo, en ciertos casos, desaparecer es mejor que estar vivo. General y principalmente, por razones de orden económico. Y, les doy un «tip» por si quieren largarse sin morir, la mejor forma es simular un ahogamiento, ya que el cuerpo puede, perfectamente, no aparecer nunca. 

Han habido varios casos en que estos intentos han sido interceptados. O los han pillado “chanchitos”, se terminan entregando, dejan pistas, rastros suficientes para la policía, e incluso, algunos resucitan solitos. 

Es que después dicen que uno anda hablando puras tonteras. 

Los Top 3 han sido: 


1.- John Darwin, profesor historiador e investigador, también gendarme de Hartlepool, Inglaterra, se fue a hacer canoas y sencillamente, desapareció el 2002. Su esposa cobró su seguro de vida. Juntos, los pillaron después de cuatro años en Panamá y todo se derrumbó. Estaban buscando casa. Fraude. Seis años de prisión para cada uno.
2.- Lord Timothy Dexter, un prototipo de Dandy de principios de 1800, fingió su propia muerte para ver cómo reaccionaba la gente. Su esposa no derramó ni una lágrima en el velatorio, entonces saltó y la azotó por no estar lo convenientemente triste. 
3.- Marcus Schrenker, director financiero, fue acusado de defraudar a sus clientes e intentó fingir su propia muerte para evitar el proceso penal. Fue capturado en una persecución multiestatal que duró tres días. Incluido un choque en avión. 

Quizás en un par de años se sepa algo de estos casos de los que tanto se ha hablado y especulado. Pero, sobre todo, fantaseado. Son los efectos de tener millones y millones de seguidores. Y entre millones y millones de personas —y somos todos distintos— algún loquillo debe haber por ahí que se le escape la moto. ¿Ese loquillo es más insano que  quien finge su propia muerte? No lo sé. Pero, esos niveles de fama deben ser una locura. Las cosas se salen de cuadro, se desenfocan, se altera la realidad, comienzas a vivir una vida que ya no es tuya,  

El caso más reciente fue la muerte del «Divo de Juárez». Juan Gabriel

Martha Figueroa, periodista de espectáculos mexicana, comenzó y expandió el rumor. Invitada a un programa de televisión, comenzó a leer, en vivo, mensajes de texto que el finado le habría mandado. También mostró fotos de una persona de espaldas, que tenía una postura bastante similar a la de Juanga, pero nada más que eso. Dicen también que está en Bahamas para evitar la explotación de sus hijos. Que andaba paranóico y temía ser asesinado, sobre todo, por su familia. 

Igual, loca. 

Pero su propio mánager está seguro y nos da firmado que esto es así. Dice, incluso, que regresará a los escenarios. El mánager escribió el libro «Juan Gabriel y Yo, detrás de la muerte», donde incluye insertos con múltiples correos que se ha escrito con él. Nos dice que “va a aparecer y le pedirá perdón a su pueblo”. 

Le han hecho más bullying que a la Kenita. 

Ya le han fijado una reunión con el presidente. Los dos —el presidente y el mánager— están muy delicados de salud. Así que están apurando las gestiones. 

El más conocido y mediático ha sido el caso de Elvis Presley. Las declaraciones mediáticas nunca fueron precisas. La versión oficial dice: “ataque al miocardio”. Los fans quedaron colgados porque sabían que Elvis sufría de glaucoma, hipertensión y fallos al hígado. Pero nada de problemas al corazón. Entonces dudaron y debatieron la autopsia. Como si jalar como chancho puediese no ser un problema para el corazón.



También habían detectado “arritmia cardíaca”, un síntoma que es imposible de detectar en un cuerpo sin vida. 

Hay irregularidades. Por ejemplo, en su Certificado de Defunción. Éste dice que el Rey muerto pesaba 36 kilos menos de lo que estaba pesando en vida. Otra es que en su lápida está inscrito «Elvis Aron Presley», mientras que su nombre completo era «Elvis Aaron Presley». 

Ahora, su mismo padre dijo que el cadáver del ataúd no se parecía al de su hijo. Era un muñeco de cera. “El Rey” es quien más teorías tiene y su propio padre detonó el rumor. 

Otra corriente dice que tenía deudas con la mafia. Entonces, ayudado por el FBI, en un programa de protección de testigos, lo ayudaron y decidieron fingir su muerte. Fue enviado a Buenos Aires con el nombre de John Burrows, uno de los pseudónimos que usaba para registrarse en los hoteles. Lo cierto es que el FBI tiene el caso archivado. Hay informes sobre un helicóptero negro que aterrizó en Graceland, su mansión en Memphis, justo antes que el cuerpo fuese encontrado. Por otro lado, la influencia que tenía la Casa Blanca y el FBI en el año 77, es completamente distinto al imaginario que nos muestra hoy día Hollywood. 

Han habido voces que hablan de reiteradas apariciones post-mortem. Comiendo en un Burger King en Estocolmo, en un cameo en «Mi Pobre Angelito», y que incluso había asistido a su cumpleaños número 82, con gorra, lentes oscuros, barba y pelo completamente blanco. 

Pero lo más cierto de todo es que su carrera estaba acabada. Se alojaba en un cuerpo  descompuesto física y emocionalmente. 

Michael Jackson no se podía quedar atrás. Debía escapar de colosales deudas. Sumado a las acusaciones de abuso sexual que pronto debía enfrentar. Y esta sería la mejor forma de enterrarlas para siempre. 

Su Certificado declaraba: “muerte por sobredosis de medicamentos”. 

Tengo un amigo de siete años —¿por qué a los niños les gusta Michael Jackson? ¿Por qué a Michael Jackson le gustan o gustaban los niños?— que dice que “se hizo tantas operaciones para ser blanco, que se murió”. 

Y bueno, efectivamente, su médico, Conrad Murray, fue quien lo encontró muerto al día siguiente de haberle prescrito el anestésico Propofol. Entonces, ¿al médico no le pasó nada? ¿No hay información al respecto? Raro. 

Pero en verdad no es tan descabellado. Si Jackson se podía gastar US$7 millones en realizar un video clip (“Scream”), ¿qué tan difícil le podría resultar esto?

Otro dato es que según su pasaporte, el nombre real era «Michael Joe Jackson». El Certificado de Defunción  dice «Michael Joseph Jackson», lo que podría corresponder a cualquier otra persona, en estricto rigor. 

Hoy viviría, sobre conjeturas, en una isla en Emiratos Árabes. 

Aparte. Hablando de estas “Fake Death”, hay que tener mucho ojo con las llamadas “Fake News”. Hace poco vimos cómo, con el uso de la tecnología, pusieron a Mark Zuckerberg, frente a una cámara hablando cosas que él nunca había dicho. Modificando incluso el movimiento de sus labios. Hay que dudar de todo. Ya se está llegando muy lejos. 

Hay que tener cuidado también con el “Fake Love”. 

Yo no llamo a esto “teorías de conspiración”. Es un concepto que está mal aplicado. Son mitos urbanos. Neta diversión, para los que les gusta navegar. Y pensar tonteras. Además que “conspirar” es unirse contra algo o alguien. 

El Rey Lagarto, como le apodaron a Jim Morrison, también está bajo sospecha. Lo oficial declara un infarto al corazón, dentro de una tina, en 1971. París. Pamela Courson, su pareja, lo habría encontrado. De ahí en adelante, solo Pamela y el doctor vieron su cuerpo, y la noticia tardó mucho en darse a conocer. El ataúd estuvo, permaneció, siempre cerrado durante todo el funeral. Nadie lo vio muerto. Listo para descomponerse. 

Manzarek, tecladista de los Doors, alimentó el rumor, y dijo que no estaba tan seguro de la muerte de su amigo, ya que éste le había contado que le gustaría fingir su muerte e irse a las islas Seychelles. 

Las cosas estaban bastante feas, ya que tenía una denuncia y su correspondiente condena por comportamiento obsceno durante un concierto en Miami, entonces, fingir su muerte hizo que el caso prescribiera.  

Marianne Faithfull dijo que su novio, un traficante, lo había matado accidentalmente. 

El mismo día de su muerte varios testigos aseguran haberlo visto en un avión con destino a Colombia, donde estaría viviendo de forma modesta, y siempre bebiendo, obvio. 

Brokkenstar, un famoso YouTuber, grabó a un mendigo de las calles de NY el 2009, donde bebe y enuncia, de memoria, lo que parece ser un poema. Bastante en su estilo. 

  

También lo han visto de vagabundo, pero en París. Emergentes apariciones, como avistamientos de Objetos Voladores No Identificados. Sobre estos avistamientos hay relatos reales y fraudulentos. Hay imágenes que nos hacen temblar y dudar de todo. Otras, desechadas de inmediato, con una simple pasadita por soportes tecnológicos. 

La teoría sobre Hitler es una de las más atractivas. Oficial: se habría dado un tiro antes que las tropas aliadas llegaran, sacrificando a sus perros y dejándole cianuro a su esposa. Sus fieles soldados de la SS le habrían prendido fuego a todo. Stalin declaró, años después, que eso era una farsa factual. Pero por otro lado muestran, en la Rusia actual, muy bien guardados, lo que dicen ser restos de su cráneo. La KGB tampoco tenía muy buena reputación. Entonces, dos cosas. La primera es que para la época se hace más difícil el sistema de registros. Pero la segunda e indudable, es para esa misma época, la alemania nazi estaba desarrollando material de guerra y tecnológico de avanzada. 

Muchas investigaciones han apuntado a que en un submarino U-3523, un modelo nuevo y de diseño muy avanzado, fácilmente, el Führer hizo una parada en España, para después irse definitivamente a Argentina. Hay mucha información, sobre esto, por supuesto alguna de mejor calidad que otras. Hay muchos libros sobre Hitler en la Argentina. Digo que es atractiva para mi gusto, ya que se ha formulado literatura, en concreto, sobre este tema. Más allá de opiniones o romances con alguna postura en un blog. Bueno, en todo caso, el libro no es mucho más que eso, solo que en formato físico. Le da un poco más de seriedad o oficialidad. 

EE.UU., por otro lado, habría ayudado a Hitler, para contar con su información, ya que se avecinaba el enfrentamiento con los de la bandera de la hoz y el martillo. Así, lo llevaron a la Patagonia. 

Lo confuso, que le pone capa roja de vuelo y aventura a todo este asunto, es que nunca hubo una documentación confiable. Tampoco testimonios de este orden. Las versiones de los funcionarios y quienes estuvieron a su lado, son todas contradictorias. 

De cualquier forma, ya estaría bien muerto, junto a su Eva Brawn, ya que hoy tendría 127 años. 

Ah!, un teoría simpática y hollywoodense es que el mismo Goebbles lo asesinó acusándolo de judío, dejando cianuro para Eva y su esposa Magda. Huyendo vestido de religioso. 

Adlofo era la figura de la estrella de rock o pop de hoy. Actuaba como una. ¿Cómo sería un Hitler de hoy? ¿Con las redes sociales, la TV, la inmediatez? Es medio aterrador, pero ¿hemos acabado con Hitler? ¿No exite ninguno hoy? ¿O quizás necesitamos un jardinero?

¿Estamos esperando el Cuarto Reich? 

El mundo está y ha estado lleno de leyendas. Y de «fans». 

Teorías unas más locas que otras. Mentiras y verdades dominan el mundo. Pero podemos jugar a las escondidas un rato. La ley de la gravedad ahora no es tan grave.   

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Zona tres datos: 

1.- Walt Disney está congelado, esperando una cura contra el cáncer. 
2.- Miguel Serrano, escritor y embajador chileno en India, prologado por C. G. Jung, convertido al nacionalsocialismo y seguido por millones de lectores en todo el mundo, asegura que Hitler se fue a vivir a la Luna. 
3.- El mismo Elvis creía que Jesús tomó una droga para parecer muerto.