Sacerdote de Rancagua reconoce haber realizado actos impropios: "Sé que es una falta grave"
Justo cuando esta semana 34 obispos chilenos se reunieron con el Papa Francisco en el Vaticano para buscar a una solución a los abusos sexuales ocurridos al interior de la Iglesia Católica chilena, este viernes se dio a conocer otro "acto impropio", esta vez en la Diócesis de Rancagua.
Es que según una investigación periodística realizada por T13 la ex coordinadora de la pastoral juvenil, Elisa Fernández, denunció la existencia de una organización al interior de la iglesia de Rancagua que se haría llamar "La familia", donde su líder es llamado "La abuela" y sus otros integrantes como "las tías" y "las nietas".
En dicha organización participaban varios sacerdotes, entre ellos el párroco de Paredones, Luis Rubio, quien reconoció haber enviado imágenes, donde aparecería desnudo, a un supuesto menor de edad, un hecho que ocurrió el pasado 12 de mayo y tras lo cual la Conferencia Episcopal lo suspendió de sus funciones.
"Sí, es cierto, pero corté todo eso. Vuelvo a decirle, fue un error mío, lo reconozco. Siento una vergüenza horrible. Sé que es una falta grave. Este es un día de tremenda tristeza para mí, lamento lo que he hecho. Siento mucha vergüenza. Pido perdón", dijo Rubio tras ser encarado por dicha situación.
Suspensión que se dio gracias a que Fernández se hizo pasar por un menor de 16 años y contactó a Rubio, quien luego comenzó a enviarle fotos desnudo y audios de alto calibre sexual, ya que anteriormente había denunciado el hecho al obispo de Rancagua, Alejandro Goic, quien hizo oídos sordos.
"No hubo denuncia formal. No estudié para ser detective, estudié para ser pastor. Nunca recibí una prueba concreta", argumentó Goic tras las denuncias que le realizó Fernández.