Hacen concurso para elegir al más llorón en México: por la pandemia este año fue virtual
Las tradiciones mexicanas no dejan de sorprender por su riqueza cultural y sus sólidas costumbres.
Pero este año debido a la pandemia, el país se vio obligado a restringir la multitudinaria celebración del Día de Muertos, celebrado el 2 de noviembre de 2020.
La tradición consiste en honrar con altares, comidas y veladas en los cementerios a los familiares y seres queridos ya fallecidos.
Se trata de una forma de involucrar el tema de la muerte en las dinámicas de la vida misma. Sin embargo, más allá de los disfraces, el llanto siempre se hace presente.
Concurso al mejor doliente
En la ciudad de San Juan del Río, en el estado de Querétaro, inventaron una forma de mantener vivas sus tradiciones a través de una inusual competencia.
En total, el municipio preparó 6 concursos virtuales, que incluyen premios para las mejores calaveras literarias, catrinas, disfraces, máscaras de muertos, ofrendas y un premio especial a quienes más lloren.
Las plañideras forman parte de muchas culturas y se encargan de llorar a los muertos. El concurso forma parte del programa del Museo de la Muerte.
Este sitio realiza el concurso anual para el mejor doliente con la idea de conservar la cultura de las plañideras.
Plañidera virtual
Antes de la pandemia, los participantes, por lo general mujeres, debían llorar ante una audiencia pero ahora debían enviar un video.
Los participantes lloraron durante dos minutos continuos de distinta forma para que un jurado eligiera a la mejor. Se vale todo, hasta la parodia y la comedia.
"Reírse de la muerte es parte de la cultura mexicana", expresó el director de la oficina de turismo de la ciudad Eduardo Guillén.
El museo sede del concurso es todo un ícono de la población. Fue edificado sobre un cementerio que data del siglo XVIII.
Allí se exhiben algunos restos humanos para explicar las distintas formas de conservación usadas a lo largo del tiempo.
Otras tumbas resquebrajadas y casi con sus inscripciones borrosas dan cuenta del paso del tiempo y de la necesidad de conservarlas.
Sin embargo, este año el museo canceló eventos presenciales como la ofrenda monumental para destinar recursos a ayudas sociales en medio de la pandemia.
