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¿Es malo tronarse los dedos? Estas son las consecuencias que podría traer para tu salud

Tronar los dedos, el cuello, las rodillas o incluso la espalda es una acción que realizamos casi de manera automática. ¿Te has preguntado si esto podría traer consecuencias para tu salud? El doctor Osmar del Toro, especialista en tratamiento del dolor y director ejecutivo de Clínica Revitamed, responde a esta duda.

¿Qué pasa cuando tronamos las articulaciones?

El experto explica que el sonido del crujido no es "hueso contra hueso", sino más bien la ruptura de burbujas de gas (principalmente nitrógeno) al interior del líquido sinovial que lubrica las articulaciones. De esta forma, "si el sonido ocurre solo y no hay dolor ni inflamación, no es un signo de lesión".

¿Es recomendable hacerlo?

Los especialistas coinciden en que si se hace de manera ocasional y sin dolor, no existe mayor complicación, pero si el crujido de los dedos se vuelve repetitivo o genera molestias, es posible que estemos frente a un problema.

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Del Toro explicó que "en algunos casos puede generar cierta laxitud o sensación de inestabilidad con los años, especialmente si se convierte en un tic nervioso. Pero no es un factor de daño articular a largo plazo".

¿El crujido causa artritis?

Frente al mito de que hacer sonar los dedos puede causar artritis, varios estudios demuestran lo contrario. Uno de ellos corresponde al Journal of the American Board of Family Medicine, que, después de analizar radiografías de personas entre 50 y 89 años, no encontró asociación entre crujir los nudillos y la aparición de osteoartritis.

Al mismo tiempo, un estudio de 1990 de Annals of the Rheumatic Diseases demostró que no hubo diferencias en inflamación, fuerza de agarre ni prevalencia de osteoartritis entre las personas que crujían sus dedos regularmente y quienes no.

¿Cuándo ver a un doctor?

Por último, sí es necesario ver a un doctor cuando el crujido también provoca los siguientes síntomas:

  • Dolor persistente o intenso.
  • Inflamación, enrojecimiento o calor en la zona.
  • Pérdida de fuerza o movilidad.
  • Rigidez que limita actividades cotidianas.

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