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¿Es lavable o no lavable? Con estos consejos podrás limpiar el papel mural de tu hogar

El papel mural es un elemento decorativo cada vez más utilizado, ya que es económico y sus variados diseños, colores y texturas pueden entregarle mayor originalidad y personalidad a nuestros hogares.

Sin embargo, a pesar de todas sus ventajas, estos elementos no son inmunes a las desafortunadas manchas. Así entonces, llega el tedioso proceso de tener que limpiar, pero este se puede hacer mucho más fácil si tenemos en cuenta las características del papel que utilizamos en nuestras murallas.

Quizá la consideración más importante es saber que existen dos tipos de papel mural: los no lavables y los lavables, los que debido a su materialidad se limpian de diferente manera.

Papel no lavable

Si el papel de tu casa es no lavable, la regla de oro es nunca pasarle nada húmedo encima, ya que este se estropeará.

Dentro de las recomendaciones, lo primero es usar una esponja de goma natural, ya que son especiales para limpiar este tipo de papeles. 

Demás está decir que esta esponja se debe pasar en seco con mucho cuidado, para eliminar el polvo y otras manchas de su superficie. Si estamos frente a una "mancha rebelde" se puede frotar el papel, pero siempre estando atento a no ejercer mucha presión.

Como un consejo extra, siempre lo mejor es seguir las recomendaciones e instrucciones del fabricante y hacer una pequeña prueba antes de limpiar una superficie más amplia.

 

Shutterstock

 

Papel lavable

Si en tus paredes tienes papel del tipo lavable, afortunadamente te puedes dar el "lujo" de utilizar un trapo o esponja húmeda, además de poder usar un detergente o producto de limpieza que no sea muy agresivo.

Antes de comenzar a limpiar las manchas en tu pared, lo primero será utilizar el paño o esponja en seco para así quitar el polvo que puede haber en la superficie y que este no se convierta en una mancha más grande.

Una vez que este paso ya esté listo, humedece levemente tu trapo o esponja con agua y detergente, y frota cuidadosamente sin ejercer mucha presión sobre las manchas que quieres eliminar.

Al terminar este proceso, toma una toalla y seca la pared dando pequeños golpecitos para absorber la humedad que haya podido quedar en tus murallas.

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