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Mucho más que bochornos: Así es cómo la menopausia afecta tu presión sanguínea

  • Por Monserrat Saavedra

La menopausia es un hito que pone fin a la vida reproductiva de las mujeres. Con este, los ciclos hormonales que producen la menstruación se detienen, y con esto se generan una serie de cambios en el organismo. 

Es que una vez que el sistema reproductivo deja de liberar óvulos, disminuye la concentración de hormonas sexuales femeninas, como el estrógeno y la progesterona. El decaimiento hormonal es un proceso que demora tiempo en ocurrir, puede comenzar incluso años después que se tenga la última regla, por lo que no es totalmente repentino.

"La carencia de estrógeno en las mujeres significa un deterioro en su calidad de vida y duplica los riesgos de enfermedades coronarias, aumenta el riesgo metabólico e incrementa el peligro de fracturas", explicó en un comunicado la doctora Mónica Acevedo, cardióloga y académica de la Universidad Católica.

Es que estos cambios no solo están afectan el sistema reproductivo, sino que pueden tener un impacto en otros sistemas. Por ejemplo, podrían ser responsables del aumento de peso o de los cambios de humor que se sienten en este periodo.

¿Cómo afecta a la presión?

El estrógeno tiene un efecto vasodilatador que permite que el torrente sanguíneo circule de manera saludable dentro del organismo. Además, la hormona permite mantener controlados los depósitos de colesterol en las paredes de venas y arterias. 

Esto, sumado a la alta probabilidad de que se aumente de peso, impacta directamente en la presión sanguínea y puede resultar en un diagnóstico por hipertensión, si es que no se padecía desde antes. 

Es por eso que se recomienda seguir una dieta baja en sal, realizar ejercicio aeróbico regularmente y evitar el alcohol y el cigarro. 

Según el Instituto Nacional del Envejecimiento de EE.UU., otros síntomas que se pueden presentar durante la menopausia son:

  • Bochornos o calores súbitos acompañados con una sensación de calor en el rostro y el cuello. 
  • Sequedad vaginal.
  • Trastornos del sueño.
  • Baja la líbido.
  • Cambios de humor repentinos. Se puede sentir más irritabilidad. 
  • Problemas de memoria, dolor de cabeza, palpitaciones.

Este artículo está diseñado para informar y no pretende dar consejos o soluciones médicas.

Consulte siempre a su doctor o especialista si tiene dudas sobre su salud o antes de iniciar un tratamiento.

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