Clínica estética de Providencia deberá pagar $50 millones a paciente por negligencia médica

Por decisión de la Corte Suprema, cincuenta millones de pesos son los que tendrá que pagar la Clínica Miguel Claro S.A., ubicada en la comuna de Providencia, por su responsabilidad en la intervención estética negligente que se le realizó a una paciente en 2013. 

La víctima, de entonces 16 años de edad, llegó hasta el recinto asistencial para someterse a una mamoplastía de reducción bilateral (disminución del tamaño de los pechos) y una liposucción generalizada (extracción de grasa desde diferentes zonas de su cuerpo).

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Una vez que la joven fue dada de alta y a medida que transcurrió el tiempo, ella constató que los procedimientos quirúrgicos con los que buscaba mejorar su aspecto físico hicieron todo lo contrario.

Específicamente, el porcentaje en que se redujo el tamaño de sus mamas fue mínimo y perdió la armonía y configuración anatómica de las mismas, agregando la existencia de grandes cicatrices en cada una de ellas, según señala la acusación presentada en contra de la clínica.

Los detalles del mal procedimiento estético

La demanda —obtenida por Meganoticias.cl— indica que la víctima padecía obesidad infantil, desarrollándose con ello un aumento exagerado de sus senos (médicamente conocido como gigantomastía).

Con la autorización de sus padres, la intervención estética decide hacérsela en la Clínica Miguel Claro por "recomendación de algunos familiares y dado el selecto equipo de profesionales médicos certificados con el que decían contar, según información obtenida de su sitio web", expone el recurso legal.

Los médicos del recinto consignaron en el historial clínico que la joven estaba sana, pero con los mencionados problemas de salud. Con estos antecedentes, la reducción mamaria y la liposucción se efectuaron el 31 de mayo de 2013.

Lo peor estaba por venir

El 2 de junio fue dada de alta, mismo día en que comenzó a notar anomalías en su cuerpo que no correspondían a los propósitos del procedimiento estético. Además de la poca disminución del tamaño de sus pechos, la pérdida de armonía de ellos y las cicatrices, hubo algo peor.

"Lo más grave de toda la intervención es lo ocurrido con sus pezones: fueron alterados, tanto en lo que respecta al tamaño de las areolas (fueron reducidas de diámetro), como en lo que respecta al complejo areola-pezón, los que fueron irregularmente reubicados por la cirujano tratante", acusa la demanda.

La paciente le hizo saber a la supuesta profesional las dificultades que estaba atravesando, obteniendo una respuesta que, con el paso de los días, nunca se fue concretando, sino empeorando por la ocurrencia de otros problemas de salud. 

Por toda esta situación, la paciente "ha resultado con un considerable daño estético y funcional en ambas mamas, condición que inevitablemente afecta su estado de salud mental, por cuanto compromete su autoimagen, más aún considerando su corta edad, pues actualmente tiene 20 —la demanda fue presentada en 2017, cuatro años más tarde de la negligencia—, y se ha visto afectada en su valoración como mujer y en sus relaciones sentimentales y familiares".

En primera instancia, el tribunal condenó a la clínica a pagarle una indemnización de $16.730.285 a la afectada. Sin embargo, la Corte de Apelaciones aumentó la compensación a $50.000.000, monto que fue confirmado por la Corte Suprema.