Quiénes deben limitar el consumo de piña fresca y la porción diaria recomendada

La piña es una fruta tropical sumamente popular, apreciada por su sabor dulce y refrescante, además de sus valiosos aportes nutricionales. Es rica en agua (85%), hidratos de carbono, fibra, yodo, potasio, magnesio, cobre, manganeso, y es una excelente fuente de Vitamina C. También contiene la enzima bromelina, que ayuda a la digestión de proteínas.

Sin embargo, a pesar de sus beneficios, ciertos componentes de la piña fresca pueden generar complicaciones en la salud o interactuar con tratamientos médicos, por lo que algunas personas deben limitar o evitar su consumo.

¿Quiénes deben tener especial precaución con el consumo de piña?

El principal factor de riesgo en el consumo de piña fresca se debe a la presencia de la enzima bromelina, así como a la acidez de la fruta:

1. Pacientes en tratamiento con anticoagulantes: Las personas que toman medicamentos anticoagulantes, como la Warfarina o el Sintrom, deben tener especial cuidado con el consumo de jugo de piña fresca o la fruta natural. La piña contiene la enzima bromelina, la cual actúa como un anticoagulante natural. Esta acción puede interferir con los medicamentos, incrementando los efectos anticoagulantes y aumentando el riesgo de hemorragia.

Es crucial recordar que este riesgo aplica solo al consumir el fruto o el zumo fresco. La piña envasada o cocinada generalmente no presenta este riesgo, ya que pierde sus propiedades anticoagulantes después de ser sometida a un proceso de industrialización o cocción. Los pacientes en este tratamiento deben seguir estrictamente las recomendaciones de sus médicos con respecto a su dieta.

2. Personas con problemas renales o que toman betabloqueantes: La piña aporta minerales esenciales como el potasio. Este mineral puede ser un factor de riesgo para quienes toman betabloqueantes (medicamentos recetados para enfermedades cardíacas y vasculares), ya que estos fármacos ya provocan un aumento de potasio en la sangre. La ingesta de piña con betabloqueantes puede derivar en hiperpotasemia (exceso de potasio en la sangre).

La hiperpotasemia suele afectar a quienes tienen problemas renales, ya que el riñón no puede depurar el exceso de este mineral, lo que puede incluso provocar ataques cardíacos. Por esta razón, la piña se encuentra entre las frutas de consumo ocasional o no recomendadas para pacientes con insuficiencia renal crónica.

3. Personas con alergia a la piña Aunque no es extremadamente común, algunas personas son alérgicas a la piña. Los síntomas varían de leves a severos, e incluyen hinchazón de boca, labios, lengua o garganta, erupciones cutáneas, picazón y, en casos graves, anafilaxia. La bromelina también puede actuar como un alérgeno en algunos individuos. Quienes tienen una alergia conocida deben evitarla por completo.

4. Personas con trastornos gastrointestinales La piña es una fruta ácida. Su acidez y su contenido en fibra pueden agravar los síntomas en personas que padecen enfermedades digestivas crónicas como el síndrome del intestino irritable (SII) o la enfermedad de Crohn.

Además, su acidez puede exacerbar la acidez estomacal en aquellos que sufren de reflujo gastroesofágico (ERGE), y la bromelina (compuesta por ácidos orgánicos) puede agravar el malestar en pacientes con gastritis o úlcera gastroduodenal, causando náuseas y dolor abdominal.

5. Aquellos que consumen ciertos antibióticos: Se ha documentado que la bromelina en la piña puede interactuar con ciertos antibióticos, como la amoxicilina y la tetraciclina, lo que podría alterar la eficacia del tratamiento.

6. Consumidores excesivos (sensibilidad temporal): El consumo excesivo de piña puede llevar a una ingesta desmedida de Vitamina C, causando efectos secundarios gastrointestinales como diarrea, náuseas, vómitos, dolor abdominal y acidez estomacal.

Además, la bromelina puede causar una sensación peculiar de ardor o escozor en la boca (labios, lengua y mejillas) debido a que la enzima comienza a descomponer las proteínas de los tejidos bucales. Afortunadamente, esta sensibilidad suele ser temporal.

¿Cuál es la porción recomendada de piña?

Para obtener los beneficios nutricionales de la piña sin incurrir en riesgos por consumo excesivo, la porción recomendada es generalmente moderada.

Una porción diaria recomendada es de 1 trozo de 80 gramos al día. Alternativamente, también se sugiere el consumo de una taza de piña al día.

En el caso específico de mujeres embarazadas, se considera que un consumo normal de piña fresca, no más de 2 rodajas al día, es totalmente seguro y aporta beneficios nutricionales. Sin embargo, si se está considerando usar suplementos, las pastillas de bromelina concentrada deben evitarse al final del embarazo, dada su capacidad para romper ciertas proteínas en la sangre y la posibilidad de sangrado anormal.

Nota importante: Este artículo tiene un carácter meramente informativo y por ningún motivo debe reemplazar las indicaciones u órdenes de su médico tratante. Si usted está bajo tratamiento médico o padece de alguna condición crónica, debe seguir estrictamente las recomendaciones de su profesional de salud.

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