Calidad de vida

Para que no se repita: Los trucos para suavizar la cebolla que debes conocer antes de Fiestas Patrias

Fiestas Patrias es una fecha en la que abunda la celebración y la buena comida. Empanadas, pebres, pastel de choclo y ensalada chilena son algunas de las preparaciones de las que puedes disfrutar, y todas ellas tienen un ingrediente en común: la cebolla.

Si bien este delicioso vegetal forma parte de gran parte de las comidas, también tiene la característica de que puede irritar el estómago provocando malestar y que el sabor se repita durante el día.

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Algunos prefieren tratar esto con remedios, pero existen pasos previos, al momento de cocinar, que puedes seguir para evitar que te haga mal.

Conoce algunos de los trucos que puedes utilizar para suavizar el sabor de la cebolla.

Agua o vinagre

Uno de los tradicionales trucos para comer cebolla cruda, es remojarla en agua bien helada antes de servir. Desde el portal de la gurú del hogar y la cocina, Martha Stewart, recomiendan sumergirlas durante 30 a 60 minutos para alivianar su pungencia.

Este potente sabor proviene del sulfuro que contiene la cebolla y de la reacción química de ciertas enzimas en sus células al entrar en contacto con el oxígeno después de cortarlas.

"El agua, un rápido encurtido de cebolla cortada en vinagre durante unos minutos, o cualquier tipo de ácido también disolverá las enzimas y le quitará el mordiente a la cebolla", explicó Palak Patel, profesor culinario. 

Leche

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Un baño de la cebolla en leche también ayudará a amortiguar el sabor. En este caso solo se debe mantener sumergidas por 15 minutos para que sea efectivo, pero desde la revista Cook's Illustrated advierten que podría remover mucho del sabor y dejarlas "deslavadas".

Hielo y limón

Si no quieres botar leche para remojar las cebollas, puedes cambiarlo por agua con hielo y el jugo de un limón. El fruto cítrico ayudará a disminuir el potente sabor.

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Sal

Por último, desde el portal 65ymas.com sugieren utilizar otra accesible metodología. Para seguir este truco debes cubrir el fondo de un plato con sal, colocar sobre esta capa la cebolla ya trozada y volver a cubrir con sal.

Una vez pasados 15 minutos, puedes remover la cebolla y enjuagarla con agua limpia para así remover el exceso de sal.

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