"Mafia china" en Chile: Así operaba la banda de Meiggs que usaba karaokes como fachada y que contaba con un carabinero
¿Qué pasó?
El pasado miércoles, la Policía de Investigaciones (PDI) realizó la "Operación Muralla Oriental" en Barrio Meiggs, en medio de la cual fueron detenidos ciudadanos chinos y un funcionario de Carabineros, y además se incautaron más de $600 millones, drogas y armas.
En total, fueron aprehendidas 30 personas, que pertenecerían a la "mafia china", por tráfico de drogas, cohecho, homicidio, secuestro, comercio sexual, fraude al fisco y delitos tributarios. Durante la misma jornada se llevó a cabo el control de detención de los imputados, pero la detención fue ampliada y la formalización se realizará este viernes.
Control del comercio
De acuerdo con la investigación, la agrupación buscaba controlar el comercio formal e informal en el sector. Su funcionamiento incluía diversos inmuebles que servían como centros de operaciones, además de locales comerciales utilizados como fachada para actividades ilícitas y reuniones internas.
Ir a la siguiente notaPersonal policial intervino 63 domicilios vinculados a la estructura, donde se incautaron drogas, armas y dinero en efectivo en moneda extranjera y nacional. En total, se hallaron alrededor de $600 millones.
Karaokes como fachada
Uno de los elementos centrales del funcionamiento eran los KTV, espacios de karaoke privado ubicados al interior de restaurantes, centros de masaje y locales de comida que, oficialmente, operaban de manera habitual. Durante la noche, en esos recintos se realizaban fiestas clandestinas, consumo de drogas y comercio sexual, además de servir como puntos de coordinación para la planificación de delitos.
El subcomisario Óscar Gutiérrez detalló que “existen hechos asociados a estos KTV que tienen relación con delitos violentos, también tenemos otros delitos violentos que ocurrieron, por ejemplo, en un local de masaje chino, donde ocurrió un homicidio hace dos años y que está vinculado a esta misma estructura criminal”.
Además, expuso que la investigación “logró acreditar la existencia de delitos de secuestro, homicidio, homicidio frustrado, tráfico de drogas”, además del uso de máquinas de pago vinculadas a movimientos financieros ilícitos.
Carabinero entregaba información
Dentro de los 30 detenidos se encontraba un cabo segundo de Carabineros que actuaba como informante para los líderes de la organización. Su función era alertar sobre procedimientos, ingresos y movimientos policiales en el sector. El funcionario, que trabajaba en la Segunda Comisaría de Santiago, recibía dinero en efectivo a cambio de esta información.
El ministro de Seguridad, Luis Cordero, confirmó la información señalando que en esta investigación “existía un funcionario de Carabineros comprometido”.
“Es un funcionario que facilitó el desarrollo de determinado tipo de acciones mediante cohecho. Ese funcionario ha sido dado de baja”, añadió.
Funcionamiento silencioso de la "mafia china"
La organización operaba de manera silenciosa, sin ostentación y con una estructura hermética para evitar ser detectada. Varios de sus líderes utilizaban nombres comunes en Chile para integrarse al comercio local y mantener relaciones con proveedores y administradores de negocios.
El líder de la banda era conocido como Víctor, él tomó ese nombre para ser conocido y poder entablar negocios y comunicaciones con chilenos.
El subprefecto Ricardo Gatica explicó que gran parte de los delitos afectaban principalmente a personas de la comunidad china, un grupo “más bien encapsulado”, lo que provocaba que secuestros, extorsiones y amenazas quedaran como cifra negra al no ser denunciados.
"Ciertos grupos que empezaron a buscar controlar mercado financiero, en este caso, por medio de extorsiones, secuestros, homicidios frustrados, donde la violencia en este caso empieza a ser un móvil de control de mercado, funcionando dentro de la sociedad más bien escondida, pero con un perjuicio importante a la comunidad en su conjunto", aseveró.
Homicidio en casino clandestino
La red también fue vinculada a hechos violentos ocurridos en distintos puntos de Santiago. Parte de la indagatoria incluye un homicidio registrado en un subterráneo de un edificio cercano a Barrio Meiggs, asociado a un casino clandestino administrado por la agrupación.
"Esta rama de la mafia china ejercía violencia a través del uso de armas de fuego. De hecho, meses atrás ya había habido una detención de uno de los líderes de esta estructura que fue sorprendido realizando disparo al interior de un edificio con una subametralladora", afirmó el subprefecto Gutiérrez.
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