Pasaban la droga por un agujero: Así eran por dentro los búnkeres en que operaba la banda de Juan Beltrán y donde trabajó Krishna
- Por Vicente Guzmán | Naomi Riquelme
¿Qué pasó?
Nuevos antecedentes surgen en torno al grupo criminal liderado por Juan Beltrán acusado de asesinar a Krishna Aguilera, la joven madre de 19 años que desapareció la noche del 4 de octubre y que fue encontrada sin vida el domingo en un cerro de Calera de Tango, en la Región Metropolitana.
Un reportaje exclusivo de Mucho Gusto dio cuenta de cómo eran los narco-búnkeres en los que operaba la banda para vender drogas, lugares en los que Krishna también había trabajado anteriormente.
Menores de edad y turnos de 24 horas
Según ha dado cuenta la investigación policial, estos domicilios eran verdaderos búnkeres blindados en los que trabajaban mujeres jóvenes, muchas menores de edad, que vendían drogas en turnos de 24 horas.
Ir a la siguiente notaKrishna fue parte del grupo criminal y habría mantenido una relación amorosa con Beltrán, sin embargo, en el último tiempo se había alejado de él, hasta la noche en la que fue asesinada.
"Era un secreto a voces que (Beltrán) recluta a las chicas, les ofrece trabajo a cambio de lujos, y cuando ellas quieren salir o cuando no les gusta, simplemente las castiga", explicó Yanina, amiga de Krishna.
Al menos eran cuatro búnkeres equipados en diferentes puntos de San Bernardo. Incluso, algunos de los domicilios habían sido tomados por el líder narco. "Se tomaron el departamento de un vecino que falleció, que vivía solo, y empezaron a sacar las cosas de adentro de la casa de este vecino. Estaban comenzando a hacer una ampliación", contó una vecina que optó por resguardar su identidad.
Así eran los búnkeres de Beltrán
Cristal, hermana de Krishna, decía que cada búnker vendía $3 millones diarios. Además, Beltrán les daba a las jóvenes bolsas con droga y como forma de pago se quedaban con algunas, las que podían vender por su cuenta o consumirla.
Los espacios solo tenían un pequeño agujero para pasar el dinero y la droga. "Cuando mi hermana empezó a trabajar para él (Beltrán), siempre me preocupé y aunque ella no aceptara que yo me preocupaba de ella, yo igual iba a dejarle almuerzo, yo le cocinaba y yo tenía que ir a dejarle en una fuente chiquitita comida para que le cayera en el agujero. A ellas las encerraban en esos búnkers 24 horas", contó Cristal.




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