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"Fue la experiencia más horrible": Mujer revela desgarradora pérdida de hijo nonato durante la pandemia

  • Por Meganoticias

¿Qué pasó?

Ashley Lemieux vive en Phoenix, Arizona, y tenía 16 semanas de embarazo cuándo los médicos le diagnosticaron “sepsis”; una enfermedad grave que ocurre cuando el cuerpo tiene una abrumadora respuesta inmunitaria a una infección bacteriana, misma que le produjo un aborto espontáneo.

La pandemia del Covid-19 ha golpeado con fuerza Estados Unidos y esto ha colapsado muchísimo los hospitales de la nación. En medio de este panorama, Ashley, al comenzar a sentir los primeros calambres en su vientre, fue trasladada de emergencia a un centro médico, donde fue separada de su esposo -por protocolos del coronavirus- y, tras horas de fuerte dolor, perdió a su bebé.

El peor momento de su vida

Ashely, de 33 años, reveló para Health.com que comenzó a experimentar calambres estomacales y fuertes dolores, pero no estaba segura de asistir al hospital, debido al brote del Covid-19. Su mayor temor era contagiarse con la enfermedad o, peor aún, que algo malo le pasara a su bebé. 

En cuestión de minutos, el dolor se agudizó y tuvo que ser trasladada de emergencia al hospital, donde Mike -su esposo- no pudo permanecer con ella mucho tiempo: "Estaba aterrorizada, forzada a ver si mi bebé estaba vivo o no, sin la mano de mi esposo", describió la mujer en medio de su dolor.

Tras el estudio gestacional, los médicos le dijeron a Ashley que su bebé “estaba bien”, pero la mujer estaba extremadamente débil por su enfermedad y debió quedarse internada en el hospital, donde con los días se fue deteriorando mucho más.

Luego de tres días llegó la lamentable noticia: Su bebé no tenía latidos.

"Las lágrimas corrían por mi cara. Mi cuerpo se adormeció. Mi sepsis casi me había quitado la vida, y era demasiado para que mi embarazo pudiera soportarlo; mi bebé no lo hizo por lo enferma que estaba", dijo al medio.

“Entregué a mi bebé”

Durante el tiempo en que Ashley estuvo internada en el hospital, no pudo ver a su esposo. Los protocolos del Covid-19 son bastante claros. Sin embargo, ella tuvo que llenarse de valor. 

"Entregué al bebé que acababa de abortar, mi niño ángel, solo en una pequeña sala de observación del hospital", dijo. "Llegó rápido, así que experimenté todo por mí misma, fue la experiencia más horrible por la que he pasado", aseguró.

Luego de este terrible momento, Ashley pudo reunirse con su esposo. Se despidieron de su hijo juntos y lo llamaron Jayce, que significa 'sanador'.

Ahora el objetivo de Ashley es inspirar a otras futuras mamás para que sepan que son lo suficientemente fuertes como para luchar contra cualquier trauma solas, incluso si no lo sienten así.

La pareja decidió enterrar a su hijo y hacerle un homenaje, en el que afirman lo mucho que amaron a su bebé, a pesar de no haberlo podido tener: "Si bien no estás físicamente con nosotros, tu poderosa, calmante y magnética fuerza de amor se ha sentido constantemente", es parte de su escrito en Instagram.

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