Xi Jinping es oficialmente el líder más poderoso de China desde Mao
Xi Jinping se ha transformado en el hombre más poderoso de China en décadas, luego de que su nombre fuera incluido en la Constitución del Partido Comunista.
El logro es sólo comparable a lo que consiguió Mao Zedong, fallecido en 1976, quien también dejó su nombre, preceptos y filosofía registrados, quedando ambos igualados.
Deng Xiaoping, otro cononocido líder chino que falleció en 1997, también registró sus ideas, pero no disfrutó el reconocimiento en vida.
El XIX Congreso del Partido Comunista de China (PCCh) aprobó que el "Pensamiento de Xi Jinping sobre el Socialismo con Características Chinas para una Nueva Era" sea enseñado en las escuelas y sirva como "guía de acción" de todo habitante de ese país.
Jiang Zemin y Hu Jintao, predecesores vivos de Jinping, no lograron tal reconocimiento, quedando sus ideas plasmadas en la Constituciones aunque sin ser nombrados.

Este potente apoyo a Xi Jinping podría impulsar un tercer mandato como presidente, rompiendo con la tradición de dos términos.
Xi debe anunciar el miércoles a un sucesor joven pero experimentado, menor de 60 años. De no hacerlo, ignorando la edad de jubilación, significará que busca un tercer mandato para los próximos cinco años.
“Es la única persona, además de Mao, que ha logrado introducir su filosofía en los estatutos del partido en vida… Además, hay que tener en cuenta el nombre de la teoría, 16 ideogramas en mandarín", dice a El País el historiador y analista Zhang Lifan, quien estima que el líder comunista ha agrupado las filosofías de Jian Zemin y Hu Jintao bajo su nombre.
Xi ha impulsado una fuerte reforma para detener la corrupción en el partido, así como la creación de la Nueva Ruta de la Seda, que conecta a China con Europa y África.
Su trabajo es visto como una forma de llevar a China al liderato mundial, en el escenario político, económico y militar.
A pesar de lo anterior, existen voces que critican el poder e influencia que acumula con este nombremiento. "Marca un gran retroceso para la política china: un gran paso atrás a los días oscuros de gobierno de un solo hombre bajo la dictadura de Mao Zedong”, señaló Willy Lam, de la Universidad China de Hong Kong.