Los secretos para guardar correctamente la harina en tu hogar

¿Qué pasó?

La harina es un ingrediente fundamental a la hora de elaborar pan y preparar pizzas, queques y todo tipo de masas que forman parte de nuestra dieta alimenticia.

Y como tal, este tipo de productos requiere un cuidado especial para su mayor conservación y durabilidad al momento de almacenarlo en nuestro hogar.

Esto debido a que la harina es el polvo fino que se obtiene del cereal molido y de otros alimentos ricos en almidón, por lo que a la hora de su envasado se advierte que: “Conservar en un lugar fresco, seco y aislado del suelo”.

El porqué de esta frase, te lo contamos en las siguientes recomendaciones.

Los cuidados especiales de la harina

Los expertos indican que la harina requiere cuidados claves como es guardar en un sitio seco con una humedad relativa inferior al 80%, y un lugar fresco que no puede superar los 20º C para evitar su degradación.

Bajo este panorama, según el sitio Pan y Pizza, las recomendaciones para la mejor conservación de este producto son:

Evitar el contacto de la harina con el aire

De ocurrir, se produce una oxidación de la grasa que posee la harina. Si absorbe humedad, también absorbe olores, lo que genera contaminación del producto.

Evitar Insectos en la harina

Es un problema habitual en su almacenamiento. El insecto que más prolifera durante el guardado prolongado es el Tribolium Castaneum. A una temperatura de 30ºC tiene un ciclo de vida de 30 días aproximadamente y a temperaturas de 20ºC el ciclo de vida es de unos 3 meses y medio.

Otro muy común es el Tribolium Molitor. Pasa por las mismas fases que el anterior, si bien su ciclo de vida es superior.

Guardar en envases de papel no transparentes

Este tipo de envases deben estar bien cerrados para evitar la humedad relativa y la proliferación de hongos. No deben ser transparentes para evitar la exposición solar

¿Se puede refrigerar la harina?

Es una opción poco conocida, pero efectiva. La harina refrigerada se puede conservar por periodos superiores a un año y se evita la aparición de larvas e insectos.

Eso sí, para usar harina congelada, se debe esperar que retome sus características habituales atemperando el producto para su posterior uso.