"Sabía que había hecho algo, pero no sabía a quién": Vecino que apuñaló 97 veces a Camila Rojas da su versión y familia la refuta

¿Qué pasó?

El miércoles comenzó el juicio oral por el brutal asesinato de Camila Rojas, madre de 29 años que fue atacada mientras dormía junto a su hija de cinco años en su casa del sector Alfalfares, en la comuna de La Serena, región de Coquimbo.

El único imputado por el crimen es Francisco Novoa (40), vecino de la víctima, quien declaró ante el tribunal lo ocurrido esa madrugada del 3 de julio de 2024 y argumentó que estaba drogado y que no conocía a la mujer. Camila recibió 97 puñaladas y su hija de 5 años también sufrió heridas de gravedad.

La noche de drogas y alcohol antes del crimen

En el primer día de juicio, que se extenderá por siete jornadas y que contará con más de 20 testigos, la Fiscalía acusó al imputado del delito de femicidio consumado, además de un homicidio frustrado en contra de la niña.

El acusado declaró de manera voluntaria y reconoció los hechos, aunque argumentó que estaba drogado. En su relato publicado por El Día, el sujeto explicó que ese día terminó su jornada de trabajo en una empresa minera en la que se desempeñaba como jefe de turno.

Tras ello, uno de sus compañeros lo invitó a tomar unas cervezas y a consumir cocaína en una plaza. Luego fueron a la casa de otro amigo, en donde siguió el consumo, y cerca de la 3 de la madrugada un compañero lo fue a dejar a su casa. En su hogar, cuando ya estaba solo, tomó una última cerveza, otra dosis de cocaína y tusi. Fue ahí cuando la realidad "comenzó a desdibujarse", admitió el imputado.

"Empecé a marearme y llegó un momento en que perdí la noción de dónde estaba", relató. Primero entró a una casa abandonada. Tras ello, señaló que recuerda haber tomado el cuchillo que usaba usualmente en su trabajo, el que supuestamente siempre llevaba consigo.

Dijo "sentir la necesidad de atacar"

Luego, sin recordar cómo, entró a la casa de Camila y dijo haber visto una silueta en una cama y "sentir la necesidad de atacar" y una voz que le decía "atácala".

Tras ello comenzó a apuñalarla y forcejear con Camila: "Estaba en eso y de repente veo que las sombras se parten, como que sale alguien detrás de ella. Una silueta más pequeña a su lado. No se veía (...); seguí forcejeando y llegó un momento en que ella ya no decía nada. De ahí salí", agregó.

Luego del ataque fue al río Elqui: "Sabía que había hecho algo, pero no sabía a quién. Llamé a mi señora o ella me llamó, le dije que me viniera a buscar, que había hecho algo malo. Me encontró mi cuñado, mi pareja y mi cuñada. Ellos me llevaron a los carabineros. Me fui gritando, llorando, pidiendo perdón a mi esposa". A los uniformados les dijo que no sabía a quién había atacado y que no la conocía.

Familia acusa fijación por Camila

A pesar de la declaración del sujeto, la familia de Camila afirmó que, meses antes del crimen, el acusado observaba de forma insistente y lasciva a su vecina. La víctima incluso se lo dijo a su pareja y a otros cercanos.

"Él habría acechado en varias ocasiones a la víctima, incluso cortándole el gas cuando se estaba bañando para que saliera en toalla a ver qué pasaba. Por eso sostenemos que se trata de un femicidio. Creemos que hay una serie de pruebas indiciarias que nos llevan a pensar que el acusado tenía una fijación con Camila", aseguró la abogada de la familia, Marcia Gallardo.

El imputado además tiene una condena previa por abuso sexual a una mujer en la vía pública en La Ligua, región de Valparaíso.