Columna de Mauricio Morales: "La pelea por el segundo lugar será a muerte"

Por Mauricio Morales, doctor en Ciencia Política, profesor titular, Universidad de Talca-Campus Santiago.

Los resultados de la reciente encuesta Cadem muestran el siguiente escenario: Primero, que Evelyn Matthei ganaría la primera vuelta, pero muy lejos del 50% más un voto que se requiere para evitar el ballotage. Segundo, que existe incertidumbre respecto a quién la acompañaría en la final del 14 de diciembre, aunque Carolina Tohá correría con ventaja. Tercero, que la derecha radical -o la derecha más intensa, como la denominan algunos- debe tomar una decisión definitiva. O hace una primaria con Kast, Kaiser y Parisi, o se queda sin opción alguna para avanzar a la segunda vuelta.

Ciertamente, y aunque suene muy repetitivo decirlo, estas conclusiones son todas provisorias y sujetas a una serie de cambios que se pueden dar en el corto plazo. Chile tiene experiencia reciente de escándalos o sucesos de última hora que terminan por derribar candidaturas presidenciales. Así sucedió con Franco Parisi en 2013 dada la denuncia que hizo Evelyn Matthei por el no pago de imposiciones a profesores de los colegios que entonces tenía el candidato independiente, y con Sebastián Sichel luego de que Yasna Provoste denunciara su rol como lobista de una empresa del gas, y que un medio de comunicación lo acusara de financiamiento irregular para su campaña a diputado en 2009. Estas cosas pueden volver a ocurrir, pero mi objetivo es analizar lo que tenemos hasta ahora.

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Partamos por Evelyn Matthei. Es primera vez que un candidato de derecha se enfrenta a tanta oferta del sector. Es por eso que se observan variaciones en sus apoyos que a veces son incomprensibles o inexplicables. Desde el oficialismo se dice que está “estancada”, pero si le preguntan a cualquier candidato, a todos les gustaría estar estancado en el primer lugar de las preferencias. Por ahora, Matthei está resistiendo el embate de los candidatos más extremos, que buscan desesperadamente perforar las bases de la derecha tradicional, tal y cual sucedió en 2021 con José Antonio Kast. Muy probablemente, si el voto fuese voluntario, los apoyos a Matthei estarían más deprimidos, pues bajo este régimen electoral suelen votar los electores más intensos ideológicamente, lo que favorece candidaturas identitarias.

La lucha por el segundo lugar, en tanto, está desatada. Tohá corre con ventaja, pero no solo en las encuestas, sino que también si se consideran los datos electorales recientes. En 2024, para la elección de concejales, el oficialismo obtuvo el 41.03% de los votos y el 45.6% de los escaños. En alcaldes, en tanto, alcanzó 110 de las 345 alcaldías, con más de un 30% de los votos. Por tanto, Tohá dispone de una infantería electoral territorial para nada despreciable, lo que contrasta con la debilidad de la derecha radical en esta misma dimensión.

Si bien Republicanos fue la segunda lista más votada en concejales con el 13.8%, solo consiguió 234 de los 2256 escaños en competencia, lo que representa un 10.3%. Si sumamos a Republicanos con el Partido Social Cristiano, ambas cifras -porcentaje de votos y porcentaje de escaños- suben a 17.5% y 11.4% respectivamente. En función de estos datos, entonces, lo que está haciendo la derecha radical es una verdadera hazaña, pues con pocos votos- al menos en 2024 y comparando con las otras coaliciones- cuenta con dos candidatos competitivos, a quienes podría sumarse Franco Parisi que, según Cadem, marca entre 6 y 9 puntos dependiendo de la composición de la papeleta. De hecho, en el primer escenario que presenta la encuesta, la sumatoria de Kast y Kaiser es del 27%, lo mismo que Matthei, y más que el 22% de Tohá. Si a esta cifra añadimos la intención de voto por Parisi, no cabe duda alguna que la derecha radical podría pasar a la segunda vuelta.

El problema es que Republicanos y Libertarios no son capaces de coordinar, lo que evidentemente es una enorme ventaja para Tohá. Si Kast y Kaiser fueran a una primaria invitando, además, a Parisi, el ganador entraría como favorito para avanzar a la segunda vuelta. Una decisión de este tipo complicaría en extremo a Matthei, pero sería celebrada por Tohá, quien de pasar al ballotage podría convertirse en la segunda mujer en alcanzar la Presidencia de Chile.

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