El detalle en WhatsApp que delató a sospechoso de asesinato de chilena en Brasil

¿Qué pasó?

Fue el pasado 16 de septiembre cuando Carolina Andrea Nazir Salinas, una chilena de 51 años, fue hallada muerta en su departamento al norte de Florianópolis, Brasil. De acuerdo a medios locales, la mujer "presentaba signos de asfixia en su cuerpo".

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De momento, el principal sospechoso de darle muerte a Nazir, es un ciudadano uruguayo, identificado como Alejandro Techera, el cual podría ser el potencial asesino, a propósito de una pista que podría parecer trivial: faltas ortográficas en mensajes de WhatsApp.

De acuerdo a lo que consigna LUN, Techera habría asegurado a la víctima en diciembre pasado, cuando se conocieron, que su madre lo había abandonado en Brasil cuando este tenía 13 años y que, además, se le había diagnosticado un tumor cerebral.

"Este tipo no hablaba nada portugués"

Josefa, la hija de Carolina, le advirtió a su madre que Techera no era un tipo de fiar. "No le creo nada mamá", le decía a cada rato, según cuenta Karen Fanta, una prima de la víctima fatal al medio anteriormente citado.

"Primero, porque este tipo no hablaba nada de portugués, siendo que decía que vivía allá desde los 13 años", complementa Karen, añadiendo que "y segundo, porque Josefa se dio cuenta que este gallo tenía un tatuaje en la cara: justo debajo del ojo tenía una lágrima. Eso, en el lenguaje carcelario, averiguó Josefa, significa que el tipo había matado a alguien". 

A pesar de lo anterior, la afectada insistía en ayudar a Techera, dándole comida cuando lo necesitaba, abrigo cuando hace frío e incluso alojamiento. 

Respecto a esto último, a principios de septiembre, una amiga invitó a Josefa a pasar las Fiestas Patrias en Chile, la joven tomó rumbo al país el 10 de septiembre. Dos días después, su madre le contó por WhatsApp que le daría alojamiento al uruguayo. A pesar de que Josefa le pidió que no lo hiciera, Carolina lo hizo igual.

La clave para posicionar a Techera como sospechoso 

Así, Techera llegó al departamento de Carolina el 12 de septiembre. Al cuarto día, los vecinos del edificio, el domingo 15 de septiembre, los vecinos acusaron en conserjería que escucharon una fuerte discusión. "Dijeron que Carolina estaba tratando de que el tipo se fuera de la casa", asegura Karen.

Al día siguiente, desde conserjería advirtieron que los perros de Carolina estaban deambulando por el edificio sin su dueña. Al no poder comunicarse con ella, lo hicieron con Josefa. 

"Josefa le preguntó a su mamá por WhatsApp dónde estaba y por qué los perros estaban sueltos. Desde el celular de Carolina llegó un mensaje que decía así, textual: 'Voy a yamar, estoy llendo'. Dos faltas de ortografías y Carolina no escribía con faltas de ortografía. Era evidente que algo raro había. 

Ante la falta de respuestas, ubicaron al dueño del departamento par que autorizara abrir la puerta con un cerrajero. "Cuando entraron vieron a Carolina tendida en la cama, sin vida y con el cuello morado", dice Karen.