La caída de Felipe Rojas: El testimonio clave que delató al presunto asesino de Fernanda Maciel

Este martes 7 de marzo se realiza la segunda jornada del juicio oral contra Felipe Rojas, acusado de ser el presunto asesino de Fernanda Maciel en febrero de 2018, joven embarazada de siete meses y cuyo cuerpo fue encontrado en el patio de una bodega en la comuna de Conchalí, en 2019.

Durante la instancia judicial se han repasado todos los hitos de este brutal caso, el que se prolongó por casi 500 días. En gran parte de ese tiempo, Rojas protagonizó un insólito papel en esta historia: en varias ocasiones dio testimonios a la prensa y se le vio consolando a la entonces pareja de la joven y padre de la bebé, Luis Petersen.

Hubo una persona clave en la investigación que provocó la caída del sospechoso, lo que hoy lo mantiene en prisión preventiva y arriesgando el presidio perpetuo por los delitos de homicidio calificado, aborto e inhumación ilegal. Se trata de una declaración que se sumó a las pruebas presentadas contra Felipe.

La caída de Felipe Rojas

En esta trama, Felipe Rojas encubrió su supuesta inocencia prestando apoyo a la familia y desconociendo cuál era el paradero de Fernanda Maciel, a quien se le perdió el rastro el 18 de febrero de 2018. Tras presentar una denuncia por presunta desgracia, se revelaron imágenes de una cámara de seguridad que muestran a la víctima caminando hacia una bodega, ubicada a pocos metros de su vivienda.

Por esa fecha, Fernanda y Luis eran pareja desde hace un año y vivían juntos, con el anhelo de construir una familia que se agrandaría con la llegada de Josefa, la bebé que estaban esperando.

 

De izquierda a derecha, Felipe Rojas consolando a Luis Petersen.

 

Con el pasar de los días, tras la desaparición de la mujer de 21 años, Petersen fue parte de la lista de sospechosos. De hecho, la justicia autorizó una revisión en su hogar, pero no se encontraron indicios que lo pudiesen delatar.

Rojas, que era vecino de la familia afectada, al mismo tiempo entregaba declaraciones a la prensa, expresando su supuesto dolor por la pérdida del rastro de "su amiga", a quien conocía desde hace aproximadamente diez años, según él declaró.

 

Felipe Rojas entregando declaraciones a la prensa.

 

¿Qué hizo Rojas ese 18 de febrero?

Pese a su actuación pública, el sujeto acumuló las sospechas de la policía, pues habría sido la última persona en ver a Fernanda con vida. Ese 18 de febrero, ella tuvo una común discusión con su madre y luego salió de su casa en dirección a la mencionada bodega, pues había acordado reunirse ahí con Rojas.

El acusado salió de su domicilio y, en vez de seguir la misma ruta que su vecina, tomó un camino largo con el propósito de encontrarse con ella de frente. Pero antes de eso, él le envió un mensaje, pidiéndole que "no lleves a tu perrita".

De acuerdo a su declaración inicial en la investigación, el encuentro en la bodega nunca ocurrió. "Te esperé cualquier rato, pero no llegaste. Yo ando 'cleteando' (andando en bicicleta)", le escribió a la joven. Sin embargo, la policía sostiene la tesis de que sí se encontraron en la bodega y que ahí Rojas cometió el asesinato.

Esa tesis es apoyada por dos principales argumentos. El primero: el 12 de febrero, Rojas fue captado por cámaras movilizándose con un saco de cemento en su bicicleta. Ese mismo producto y envoltorio fue encontrado el día en que se hallaron los restos de Maciel.

El segundo sustento: el mismo día del crimen, nuevamente las cámaras lo muestran haciendo un recorrido por el sector para ver qué cámaras lo podrían haber grabado, paradójicamente.

 

Felipe Rojas recorriendo el sector de la comuna de Conchalí.

 

La persona que causó su caída

Además de entrevistarse con el sujeto, la policía también conversó con una expareja de él, la que entregó un testimonio clave en julio de 2019.

"Se puso a llorar, me dijo que Fernanda se había resbalado, se había pegado en una punta", comenzó relatando la mujer. Según ella, Felipe le habría dicho que Fernanda comenzó a convulsionar, se orinó y se fue. Pero él habría consumido marihuana, por lo que "estaba muy volado y tomó malas decisiones. La envolvió con una telas e hizo un hoyo. Ahí se destrozó las manos y en ese momento procedió al entierro”, relató.

El testimonio no queda ahí: posteriormente, el hombre se quedó con el celular de la víctima para formatearlo y venderlo en una feria. También señaló el lugar donde habría enterrado a la joven, la misma bodega que antes había sido periciada por la policía y que en esa oportunidad no encontraron nada.

Este artículo informa de un proceso judicial en curso, por lo que los involucrados no deben ser considerados culpables hasta que los organismos pertinentes lo determinen.

Denuncia

Si eres víctima o testigo de violencia hacia la mujer el fono de orientación dispuesto por el Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género (SernamEG) es el 1455.

El número se puede marcar tanto en teléfono fijo como en el celular y desde ahí brindan orientación para ayudar a víctimas de maltrato o te guían con los mecanismos para realizar una denuncia.

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