Las Maras están en Chile: Así operan las bandas delictuales salvadoreñas que tienen en alerta a autoridades nacionales

¿Qué pasó?

Pandillas criminales, provenientes de El Salvador, alertaron a las autoridades en Chile luego de que antecedentes indicaran que estarían ingresando a sus miembros en el país y que ya estaría operando tanto en la zona norte como en la Región Metropolitana.

Se trata de las Maras, bandas de alta peligrosidad, que estarían organizando focos delictuales en zonas puntuales.

Alerta de autoridades

Según información del medio Ex-Ante, la Policía de Investigaciones (PDI) solicitó una sesión especial en la Comisión Investigadora de Criminalidad en la Macrozona Norte de la Cámara de Diputados para dar a conocer antecedentes respecto a la posible presencia de la pandillas salvadoreñas.

La reunión será de carácter reservado y se realizará a las 15:00 horas del próximo 23 de enero.

Por ahora, los antecedentes que maneja la policía se mantienen en reserva, ya que hay una línea investigativa que podría tener resultados en los próximos días.

¿Cómo operan?

En El Salvador, país que cuenta con 6,3 millones de habitantes, existen entre 30 mil y 60 mil pandilleros o mareros, además de cerca de 500 mil personas vinculadas a la estructura criminal de estos grupos.

En específico, las maras extorsionan a la población y controlan territorios, para lo que se estructuran en las denominadas "clicas", grupos barriales de entre diez y 60 personas que controlan la actividad criminal en un territorio.

Su principal fuente de ingreso es la extorsión, mediante el cobro de "rentas", pagos de dinero a los delincuentes por parte de comerciantes y transportistas, lo que ya ha sido detectado en Chile. También, estas pandillas suelen ser contratadas por estructuras de crimen organizado locales y trasnacionales, vinculada al tráfico de droga, armas y de personas.

Cuentan con una organización lineal, en la que se llevan a cabo "juntas de cabecillas" de entre ocho y diez miembros. Usualmente, los líderes controlan a los pandilleros desde el interior de la cárcel.

Es tal el grado de control de estas pandillas en El Salvador, que incluso los colegios privados y algunas instituciones pagan a estos grupos para garantizar la seguridad.

AFP

 

¿Qué dijo el Gobierno?

El subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, resaltó "la importancia de las indicaciones que el Gobierno va a ingresar al proyecto de inteligencia. Y agradecer a la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados, que el martes por unanimidad acordó abrir el debate y permitirle al Gobierno presentar indicaciones".

En esa misma línea, y respecto a las maras, subrayó que "un país tiene que tener Inteligencia para saber cuáles son las amenazas policiales y criminales que pueden afectar su seguridad interior. Y sin inteligencia, eso no se puede realizar".

"La Ley de Inteligencia que tiene Chile data del 2004. Ese año, el tipo de amenaza que tiene Chile es completamente distinta a la que tiene hoy día", advirtió.

Organizaciones criminales y migración

Monsalve indicó que"la presencia de organizaciones criminales en la frontera chilena y, por lo tanto, su incidencia en el tipo de delitos que está viviendo del país, tiene que ver con que la migración se ha transformado en un negocio para las organizaciones criminales de otros países, que cobran por ingresar a los migrantes y que a muchos niños, niñas, adolescentes, mujeres, las capturan para la trata de personas, transformándolo tal vez en uno de los negocios más rentables que tienen".

"Por lo tanto, cuando usted me pregunta si hay organizaciones criminales de otros países que están incidiendo en Chile, yo le voy a contestar que sí. Justamente porque se han instalado en el negocio del tráfico ilícito de migrantes", complementó.

La autoridad expresó que "lo que no entiendo es la sorpresa de las instituciones. Porque quiero decir que el propio Ministerio Público emite un informe de un observatorio respecto a narcotráfico, y ese observatorio, que fue publicado en 2020 y 2021, venía advirtiendo a todas las instituciones del país que estábamos viviendo una amenaza, progresiva y creciente, de más organizaciones criminales, más complejas y más violentas".

"Por lo tanto, la sorpresa de las instituciones es algo que las instituciones tienen que explicar. Pero las instituciones no se pueden sorprender, deberían haber todas tomado medidas para evitar que esta situación se agravara", sentenció.

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