Playas chilenas en riesgo: ¿Por qué podrían desaparecer en un futuro no tan lejano?

¿Qué pasó?

Parece imposible, pero en algunos años más, incluso décadas, las playas de Chile podrían desaparecer. Los efectos del cambio climático, las marejadas y la intervención humana en las costas del país están haciendo que algunas playas estén sufriendo una pérdida parcial de arena.

Para Patricio Winckler, ingeniero oceánico de la Universidad de Valparaíso, "la tendencia general es que las playas van a tender a reducir su tamaño". La situación es crítica, porque según un estudio del Observatorio de la Costa, la erosión se está duplicando cada dos años en sectores playeros entre Arica y Los Lagos.

Evidencia de lo anterior hay y muchas personas transitan cerca de ella. Por ejemplo, en Viña del Mar, la Avenida Perú es visitada por los curiosos irresponsables que se acercan para ver las marejadas. Justamente donde las olas rompen contra las rocas, aquello antes era un popular destino del litoral central.

¿Cuáles son las playas más afectadas por la erosión?

La directora del observatorio y también académica de la facultad de Geografía de la Universidad Católica, Carolina Martínez, afirma que la bahía de Algarrobo, en la región de Valparaíso, es la más afectada por la erosión costera.

La especialista señala que "la proyección a 20 años, realizada como parte de este estudio, muestra que las áreas con mayor erosión para 2042 serían el norte y sur de la bahía, afectando al humedal de Cartagena y a la playa El Tabo".

Otros sectores de la región de Valparaíso son las playas de Santo Domingo y Reñaca. Hacia el norte, en la región de Antofagasta, está la playa de Hornitos; mientras que en la zona centro sur están las de Pichilemu, Arauco-Laraquete, Lebu y Lebu-Tirúa.

"Las playas con las mayores tasas de erosión corresponden a aquellas de ensenada, donde se desarrollan extensos litorales arenosos, asociados a antiguos campos dunares y humedales costeros", profundiza la experta en La Tercera.

La responsabilidad humana

La falta de lluvias es un factor importante a considerar, porque obstaculiza que los cauces de agua puedan llegar al mar. Pero el accionar humano no es ajeno a esta crítica situación, pues no deja que este ciclo natural se lleve a cabo.

Luis Álvarez, profesor del Instituto de Geografía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, ejemplifica lo anterior con el tranque forestal de Viña del Mar: "Para reducir el riesgo de aluviones y avalanchas se crearon los sistemas de tranques desarenadores, los que consisten en construir un pretil (muro protector) para reducir la bajada del agua y acumular fundamentalmente arena para luego sacarlas y llevarlas a un vertedero. Ahí están las arenas que nunca han llegado al estero (Marga Marga) y menos al borde costero".

El académico concluye que "el problema que estamos teniendo, a nivel planetario, es el aumento sustantivo del agua dulce en el mar. Por lo tanto, el agua está más ligera, ya no es necesariamente agua salada".

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