25 años desafiando al Estado: El perfil de Héctor Llaitul Carrillanca, el líder de la CAM

El día jueves Héctor Llaitul Carrillanca, el líder de la Coordinadora Arauco-Malleco (CAM), enfrentó nuevamente a la justicia. El comunero quedó en prisión preventiva en la Cárcel de Concepción debido a una serie de delitos que se le imputan desde el 2020.

Hasta hace algunos días Llaitul se movía libremente por las calles reivindicando atentados, haciendo llamados a la lucha armada contra el Estado y reconociendo la usurpación de terrenos forestales y la "recuperación" de madera para financiar a su organización.

Condenado en 2010 por intentar matar a cinco policías y a un fiscal, el líder de uno de los grupos radicales más temidos de la Macrozona Sur lleva 25 años desafiando al Estado de Chile y hoy nuevamente está sentado en el banquillo de los acusados.

Los inicios de la CAM

Estudiante de Servicio Social, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y luego del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, en 1997 Llaitul renuncia a su vida de revolucionario citadino y se traslada a vivir a una zona rural cercana a Cañete, en la región del Biobío, en donde junto a otros comuneros funda la CAM para reivindicar por la vía armada la autonomía política y territorial del pueblo Mapuche.

Los primeros atentados de la CAM en la zona sur datan de fines de ese mismo año. De ahí en más la organización se ha adjudicado una cantidad innumerables de hechos violentos en contra de empresas forestales, de turismo, inmobiliarias y civiles incluso de su propia etnia, a quienes no han dudado en quemar sus propiedades o sus camiones.

Atentado a un fiscal

En febrero del 2007 Llaitul fue detenido y formalizado por diversos delitos, pero un año después sería absuelto de la mayoría de los cargos y puesto en libertad. Para ese entonces, Héctor Llaitul ya era investigado por el fiscal Mario Elgueta.

La noche del 15 de octubre del 2008 el fiscal Elgueta se convertiría un objetivo más del comunero. Ese día el persecutor concurrió a Tirúa para dar protección a una familia amenazada por la CAM. Cuando se retiraba del lugar Elgueta y su escolta policial fueron víctimas de un brutal atentado.

 

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En medio de la oscuridad y rodeados por al menos 5 tiradores, personal de Carabineros, detectives de la Policía de Investigaciones (PDI) y Mario Elgueta fueron acribillados.

Providencialmente el fiscal Elgueta resultó sólo con heridas menores, pero cinco policías quedaron gravemente heridos.

La investigación determinó la identidad de algunos implicados en el atentado, entre ellos Héctor Llaitul. El líder de la CAM volvía a ser detenido y acusado por ataques incendiarios, amenazas, robo de madera y homicidio frustrado. Sin embargo, fue condenado a 5 años de cárcel sólo por la emboscada al fiscal.

Operación Huracán y robo de madera

En 2017 Llaitul volvería a ser detenido. Ahora la llamada Operación Huracán, liderada por Carabineros, revelaba que el líder de la CAM y otros comuneros se coordinaban por WhatsApp para perpetrar diversos atentados. 25 días después la justicia determinó que las pruebas eran falsas y Llaitul y todos los detenidos quedaron en libertad.

Las investigaciones por el robo de madera en las regiones del Biobío y La Araucanía continuaron. Para todos era un secreto a voces que existía un vínculo entre la CAM y este delito. La organización se tomaría los terrenos para explotar sus plantaciones y obtener financiamiento.

Hace solo dos meses, Carabineros encontraba evidencias de este supuesto vínculo en un predio tomado por encapuchados con vestimentas paramilitares y consignas de la CAM. Algo que para los habitantes de la zona es una verdad evidente hace varios años.

 

AFP

 

Tan evidente resultaba el vínculo CAM con el robo de madera, que el propio Héctor Llaitul no tuvo temor alguno en reconocerlo durante un acto público realizado en Santiago.

El comunero mapuche reconoció la participación de su orgánica en el robo de madera, además de que mediante las ganancias ilícitas que de él provienen financian la compra de armas y munición para perpetrar sus atentados.

Por ahora Héctor Llaitul Carrillanca permanecerá 30 días en prisión preventiva, plazo que se decretó para desarrollar la investigación que sellará su incierto destino judicial.

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