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Mirar series y películas extranjeras ahora se considera "traición" en Corea del Norte

  • Por Meganoticias

El régimen comunista de Corea del Norte quiere acabar con cualquier tipo de influencia cultural extranjera que pueda existir en el país y castiga muy severamente a todo aquel ciudadano que sea descubierto con una serie o película contrabandeada desde otro país, ofensa que consideran una “traición”.

Un conjunto de leyes, que fueron introducidas a finales del año 2020, ha funcionado como el marco legal de una creciente represión contra todo tipo de “pensamiento antireaccionario”. Sin embargo, aunque está prohibido, muchos norcoreanos miran programas y películas extranjeras, según reseñó BBC en un amplio reportaje.

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La ley sanciona con sentencias de hasta 15 años a todo aquel ciudadano que tenga en su posesión alguna película o serie surcoreana; así como también prohíbe imitar la manera de hablar o escribir de un surcoreano, informó el portal Daily NK, quienes obtuvieron un material parcial de la ley.

“Establece que, si un trabajador es descubierto, el jefe de la fábrica puede ser castigado, y si un niño es problemático, los padres también pueden ser castigados. El sistema de monitoreo mutuo alentado por el régimen de Corea del Norte se refleja agresivamente en esta ley”, dijo el editor del Daily NK, Lee Sang Yong, a la BBC.

Por otro lado, la persona que sea descubierta importando ilegalmente cualquier tipo de material prohibido desde Seúl podrá ser condenada a muerte.

Corea del Norte prohíbe todo “símbolo capitalista”

Esta ley es la que ha permitido a Kim Jong-Un tomar medidas enérgicas contra lo que el régimen denomina “símbolos capitalistas”, entre los que figuran los jeans ajustados, los piercings o los cortes de cabello considerados “occidentales”.

Yoon Mi-so, cuyo testimonio fue recogido en el reportaje de la BBC, reveló que fue obligada a observar cómo un hombre era ejecutado por el simple hecho de poseer una película surcoreana.

“Tengo un recuerdo muy fuerte del hombre que tenía los ojos vendados. Todavía puedo ver sus lágrimas. Fue traumático para mí. La venda estaba completamente empapada por su llanto. Lo pusieron en una estaca, lo ataron y luego le dispararon”, expresó Mi-so desde su casa en Seúl.

Los guardias encargados de la ejecución obligaron a mirar a todo su vecindario. “Si no lo hacías, era considerado como traición”, dijo.

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